Trabaja como repartidor y en una cadena de hostelería. Descansa poco. El ya adora a su madre su hermana pequeña de 13 años. También tiene otro hermano un poco menor que él, que a veces la ayuda con el parto.
Nano ha contado su historia en redes y se ha vuelto viral. Hay mucha gente que le ve como un ejemplo del 10 y otros como un ejemplo de precariedad por tener que trabajar tantas horas. Piden ayuda y una beca para él.
Pide una casa para su familia, particularmente para su madre, porque es su sueño. Se alegra cuando su hermana necesita unas pantuflas y él se las puede regalar o si él las necesita aceite y puede comprar una jarra grande. Le conmueve cuando les dice a los de su generación que no elijan el camino más fácil, que nadie le ha podido dar nada y él ha podido darlo todo con su esfuerzo. Ser “callejero” es ser buena persona.