Los feriantes se conjuran para que el accidente mortal de Vigo no les reste clientela


Empezaba a oscurecer en el campo de la fiesta de Bertamiráns, en Ames (La Coruña), y Santiago ultimaba la puesta a punto de la máquina. El miércoles arrancaban las fiestas de la Peregrina en esta ciudad coruñesa, fronterizo con Santiago de Compostela, y los feriantes abrían al manifiesto sus atracciones con el temor de que el azar mortal de Vigo, el fin de semana susodicho, pudiese afectar a la afluencia de clientela que acostumbra a frecuentar este tipo de atracciones: «Yo creo que este año va a estar fastidiado».

Santiago pertenece a la tercera concepción de una clan corriente que desde hace más de cuatro décadas recorre las ferias de Galicia con sus máquinas de atracciones. La que Santiago ha traído para las fiestas de Ames es la conocida como ‘saltamontes‘, el mismo tipo de propensión que la que se accidentó en Vigo.

Sin incautación, aunque compartan nombre comercial, su fabricante y mecánica son diferentes. Santiago defiende la seguridad de las atracciones ambulantes y destaca los controles a los que son sometidos: «Si yo no estuviera convencido de ello no me metería en esa cabina con 40 personas ahí montadas», asegura a torrevieja news today, señalando la cabina en la que él y su pareja pasará las próximas horas controlando la propensión y vendiendo fichas. Lo que ocurrió en Vigo en una propensión incluso tipo ‘saltamontes’ pero con otra mecánica y propiedad de otros feriantes, «no deja de ser un azar, una desgracia».

El suceso de Vigo

Lo que ocurrió en las fiestas de la parroquia viguesa de Matamá la alba del viernes al sábado 3 de enero fue, en síntesis, lo posterior: sobre las dos de la mañana, un ayuda del ‘saltamontes’ se soltó y murió uno de los pasajeros que iban en ese habitáculo: Iván Castaño Hervella, un hombre de 36 abriles originario de O Memo (Orense), pero residente desde hace abriles en Vigo. Iván quedó gravemente herido al golpearse con la antepecho de la propia propensión, y los servicios médicos no pudieron hacer nulo por salvarle.

Tras el azar, y a la prórroga de la investigación que tutela el Judicatura de Instrucción número 3 de Vigo, de la que todavíano han trascendido novedades, se sucedieron los señalamientos cruzados entre la comisión de fiestas, el gobierno municipal socialista y la examen, PP y BNG. En recapitulación, tras un par de escuetos comunicados del Concejo explicando, por ejemplo, que la Policía Recinto no había detectado actividad en el ‘saltamontes’ la tarde del día en que ocurrió el azar, la comisión de fiestas respondió que ellos, como comisión, no son quienes tienen la potestad para impedir el funcionamiento de una propensión que, como es el caso, no había presentado toda la documentación necesaria. Por otra parte, la examen exigió al corregidor, Abel Altruista, más detalles sobre el control que la Policía Recinto tenía que acaecer ejercido.

Los feriantes temen que el suceso de Vigo pueda afectar a sus negocios en pleno agosto, mes en el que en todas las comarcas se celebra alguna fiesta popular. «No se puede hacer ahora carne de una desgracia. Fue un azar, como ocurre con un tren, un avión, un coche, o en las piscinas y en las playas, y nadie prohíbe esas cosa», valoró en declaraciones recogidas por Europa Press el presidente de Feriantes de España, Aquel Gutiérrez.

Posteriormente del azar de Vigo, muchos ayuntamientos gallegos han reforzado los controles de las atracciones ambulantes. Siempre se exige a los feriantes la documentación que marca la carta -el esquema técnico de la máquina, su manual de funcionamiento y el obra de operaciones- y las instalaciones son revisadas por un ingeniero. Pero ahora, los concellos quieren curarse en salubridad y ser más exhaustivos en todos los controles.

Los feriantes no tienen miedo a que se añadan más obligaciones en cuanto a la fiabilidad de sus instalaciones, porque «siempre es bueno más seguridad», aunque creen que la reglamento coetáneo ya es suficientemente estricta. Los propietarios de estas instalaciones «conocen hasta el postrer tornillo, cable y enchufe» de sus máquinas, recalca Gutiérrez. La presidenta de la Asociación de Feriantes de Galicia, Betty Camarero, lamenta que el sector pueda sufrir las «consecuencias colaterales» del azar ocurrido en la parroquia viguesa.

Cuando el miércoles por la tarde Santiago se disponía a poner en marcha el ‘saltamontes’ en Bertamiráns, tan pronto como habían arrancado las fiestas, Gabriel y Daniela, de 12 y 13 abriles, respectivamente, ya merodeaban por allí esperando poder montarse: «Vamos a subir igual, estas son cosas que pasan pocas veces, y no tenemos miedo».

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