Tomasso Bessega, italiano del equipo Polti Kometa, ganó ayer el I Gran Premio Reverso Toledo Flandriens Diputación de Toledo, una prueba de 168 kilómetros en la que compitieron 160 ciclistas menores de 25 abriles repartidos en 20 equipos que partió desde Argés y fijó la meta en la plaza de Zocodover, en el centro de Toledo. Bessega se impuso en la cuesta final de adoquines a Jordi Artigues, del High Level Gsport. Tercero fue Josep Tomás.
Con 2.100 metros de desnivel, dos puertos (el Risco de las Paradas, de tercera categoría, y el Detención del Robledillo, de segunda, con 70 kilómetros todavía por delante) y, sobre todo, un calor infernal, con el mercurio a 40 grados, la carrera acabó siendo durísima. Salió a las tres de la tarde de Argés, y ya en los primeros kilómetros saltó todo por los aires. El ‘Condeberg’, un tramo de sólo cuatro kilómetros por carreteras estrechas, provocó que el pelotón se comenzase a romper. Y entre el ‘Arroyeberg’, el ‘Junquiberg’, el singladura y la velocidad terminaron de destrozarlo.
Por delante se quedó un categoría con 15 fugados que pronto cogió una delantera de más de un minuto y medio; una renta que sería inalcanzable para el resto. En la subida al Risco de las Paradas, en el kilómetro 50, la fuga adelgazó hasta los ocho ciclistas, y en el Detención del Robledillo, en San Pablo de los Montes, la cosa se quedó en siete. Por detrás había un categoría de una decena de ciclistas, pero nunca lograron acercarse a menos de un minuto y medio. Mientras, Ivan Palomeque, del Esetec, se despidió de la triunfo por un inoportuno reventón a error de 50 kilómetros. Así pues, era seis quienes se iban a poner las habichuelas: Bessega, Sanroma, Tomás, Artigues, De Paula y Geerlings.
En la subida al cemento del ‘Antenenberg’ arrancó Tomás, que pasó en capital con 10 segundos de delantera sobre Bessega y Artigues. Aún faltaba descabalgar durante seis kilómetros por el valle, ya en Toledo haber, subir la rampa en torno a la Puerta de Bisagra y de allí a Zocodover. Tomás aguantó hasta Bisagra. Por su parte, Artigues lanzó su ataque a 200 metros de meta, acordado donde yace el monumento a Federico Martín Bahamontes, y parecía que se iba. Sin retención, Bessega lo adelantó en el postrer guantazo de riñón cruzó primero y se proclamó vencedor de esta carrera que aspira a convertirse en una clásica al estilo de las que se disputan en Bélgica en primavera.
Adicionalmente del de la clasificación individual, hubo numerosos premios. El del mejor castellanomanchego se lo llevó Manuel Sanroma, de Almagro. El de la Montaña fue para Artigues, mientras que Bessega se hizo con las metas volantes, los sprints especiales y el mejor sub-23. Finalmente, Josep Tomás fue obligado con el premio ‘Flandrien’ al ciclista más combativo y el Polti Kometa ganó por equipos.