Las cabezas muertas caen tenuemente por el último número de ovejas fallecidas y casi la medio de todas las 2.400 víctimas son terneros
En el boyal en extensivo, asegura Antonio, granjero en la provincia de Zamora, «no hay ninguna medida a no ser que estén encerradas» para frenar los ataques del lobo. Lo sabe por experiencia. Una veintena de terneros muertos ya llevaba él contabilizados sólo …
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