16 años con 50.000 fotos históricas divulgadas


Toledo Olvidado, el popular blog divulgativo del delegado de la fotografía histórica de la ciudad de Toledo liderado por Eduardo Sánchez Butragueño, suma 16 abriles con casi 50.000 fotos históricas divulgadas, con 450 entradas y con el sexto ejemplar en el ‘horno’ gracias a cientos de patrocinador. Esta nueva entrega completará una segunda trilogía de libros dedicados a la fotografía histórica toledana. «Hay fotos toledanas para rato», asegura su creador.

En una entrevista concedida a Europa Press, Sánchez Butragueño recuerda que el plan ‘Toledo Olvidado’ nace oficialmente en 2008 cuando comienza a divulgar en el blog entradas con fotografías antiguas de la ciudad explicadas con los mayores detalles históricos o curiosidades de los que disponía en aquel entonces.

Un plan que, según confiesa su creador, «nacía con no muchas pretensiones». «Era un hobby, era una diversión y a la concurrencia le empezó a interesar lo que yo publicaba«, ha comentado Sánchez Butragueño.

Imagen principal - ((1- Imagen de Alfredo Dueñas (segundo por la derecha) en una tarde de baños en el río Tajo en la playa de Safont. 2-Imagen de Jean Laurent con tres elementos patrimoniales desaparecidos: la torre del Reloj de la catedral, el cimborrio y la nave de la iglesia de la Magdalena. 3-Imagen del fotógrafo Thomas Hoepker tomada en 1963.
Imagen secundaria 1 - ((1- Imagen de Alfredo Dueñas (segundo por la derecha) en una tarde de baños en el río Tajo en la playa de Safont. 2-Imagen de Jean Laurent con tres elementos patrimoniales desaparecidos: la torre del Reloj de la catedral, el cimborrio y la nave de la iglesia de la Magdalena. 3-Imagen del fotógrafo Thomas Hoepker tomada en 1963.
Imagen secundaria 2 - ((1- Imagen de Alfredo Dueñas (segundo por la derecha) en una tarde de baños en el río Tajo en la playa de Safont. 2-Imagen de Jean Laurent con tres elementos patrimoniales desaparecidos: la torre del Reloj de la catedral, el cimborrio y la nave de la iglesia de la Magdalena. 3-Imagen del fotógrafo Thomas Hoepker tomada en 1963.
((1- Imagen de Alfredo Dueñas (segundo por la derecha) en una tarde de baños en el río Tajo en la playa de Safont. 2-Imagen de Jean Laurent con tres instrumentos patrimoniales desaparecidos: la torre del Cronómetro de la catedral, el cimborrio y la nave de la iglesia de la Bizcocho. 3-Imagen del fotógrafo Thomas Hoepker tomada en 1963.

Las primeras fotografías de la ciudad datan de mediados del siglo XIX, «con datación exacta sabemos que las más antiguas son de 1852». Hay al menos una que no tiene una datación exacta porque es «complicado», según añade Sánchez Butragueño, «pero es posible que sea previo a 1850, tal vez de 1847, 1848 pero no está seguro».

En el en torno de 1850 se sitúan las más antiguas. Algunas de ellas de daguerrotipos, otras son calotipos. «Son tipos de fotografías primitivas, que tienen una caducidad tremenda». Según comenta Sánchez Butragueño, «no es muy habitual en el mundo de la fotografía que las ciudades tengan fotos tan antiguas» como sí tiene Toledo.

«Eso es un caudal que nosotros tenemos que valorar muchísimo y eso se debe que Toledo es una ciudad muy peculiar, cargada de historia, de monumentos, de letrero, de belleza«, que atrajo desde el primer momento a los primeros fotógrafos que venían especialmente desde el extranjero, atraídos por ese carácter romántico y infrecuente que tenía Toledo, especialmente entre franceses, ingleses, alemanes, que veían en Toledo un poco el inicio de Oriente, »el inicio de otro mundo«.

El sexo por Toledo, poco que le inculcaron desde pequeño, y a las fotografías que su anciano –al que no llegó a conocer– tomó de la ciudad, fue lo que a Eduardo Sánchez le llevó a poner en marcha Toledo Olvidado, un plan que en 2012 dio el brinco al papel gracias a cientos de patrocinador. En la Navidad de 2024 se entregará el sexto masa.

Aunque hay a veces que las fotografías llegan directamente a Eduardo, en la mayoría de las ocasiones hay que ir a buscarlas. «Aunque hay excepciones y en ocasiones hay concurrencia que me ayuda y me manda fotos o me da soplos por donde puede acaecer un buen fondo, la mayoría de las veces hay mucho trabajo detrás de investigación, de prospección, de repaso de relación y de catálogos, de recorrer, de conocer museos y archivos de todo el mundo y de toda España».

Si tuviera que quedarse con una fotografía, el creador de Toledo Olvidado destacaría una que le gusta «mucho» que es una instantánea de la puerta de San Ildefonso. Un monumento que existía al flanco del puente de Alcántara. Este puente tenía en su parte interna una plaza de armas que tenía cuatro puertas: la propia del puente, otra en frente que es la actualmente conocida como puerta de Alcántara y dos laterales que daban acercamiento a otras zonas de la ciudad. «La que daba al sur se llamaba la puerta de San Ildefonso y esa fue demolida en 1871». «Cuando encontré una foto en la que estaba representada, una foto tomada con destino a 1857, me dio un variación el corazón».

Asimismo, Eduardo manifiesta que «hay muchas historias bonitas» detrás de las fotografías que publica en las que a veces la concurrencia se identifica o identifica a familiares o identifica hechos en los que ellos participaron. De todos ellos, ha destacado la historia que hay detrás de una fotografía del fotógrafo holandés Sem Presser en la que salía un enlace con un carrito gemelar.

Al intentar demarcar a las personas que se fotografiaban en esa cuadro, «tuvimos éxito y esa grupo se identificó con la bonita historia de que esa grupo no tenía ninguna foto los cuatro juntos porque, por desgracia, el padre, que era un marcial, falleció poco luego de ser tomada esa foto». Para Eduardo, «es una de las historias más bonitas» que le ha pasado con la fotografía histórica.

Toledo Olvidado da el brinco al papel

Cuatro abriles luego de activar el blog, Eduardo decidió que podía ser buena idea dar el brinco al papel y por la vía del micromecenazgo, porque, según explica, permite que los lectores y la concurrencia interesada en el asunto se involucre y participe «mucho más».

«Por suerte», la primera campaña de micromecenazgo tuvo «muy buena acogida» y fueron 400-500 personas las que, desde el principio, financiaron esta serie de libros, a los que Eduardo está «eternamente agradecido». A ese primer ejemplar, siguieron otros cinco más y este año 2024, la pasada primavera, Eduardo ha conseguido los fondos para poder hacer el sexto.

Un trabajo en el que está «totalmente inmerso», terminando de escoger las fotografías y de repasar los textos, para tener lugar cuanto antiguamente todo ese material a los maquetadores, para que además, a su vez, cuanto antiguamente «podamos estar imprimiéndolo», y que cuando llegue Navidad, «que aunque parezca que queda mucho, no queda tanto», los patrocinador puedan tenerlo en sus manos, y aquellas personas que no sean patrocinador, además puedan personarse a una estantería y poder comprarlo.

Desde la primera impresión, los patrocinador no han dejado de aumentar, poco que a Eduardo le parece poco «muy de valorar». «Que en una ciudad que siquiera es tan ancho como Toledo, y en una temática tan concreta como puede ser la fotografía histórica, haya más de 700 personas que hayan confiado en mí seis veces, para mí lo que demuestra es el gran interés que hay por la civilización en la ciudad».

Admite que cuando ya llevas cinco libros anteriores, el número de fotos que quedan, por así proponer, llamativas o novedosas, «se va reduciendo», pero además –recalca– Toledo es «una máquina tal de crear fotografía histórica» que no ve el final.

«Es impresionante la cantidad de concurrencia que ha pasado por aquí, de acontecimientos que han sucedido, de instituciones que conservan fotos de Toledo a lo derrochador del mundo», añade Eduardo, quien reconoce que cada vez cuesta un poco más de trabajo encontrar fotos para divulgar un nuevo ejemplar, pero además «no se ve un horizonte de final de proponer, ya no me quedan fotos». «Hay fotos toledanas para rato».

Por posterior, el autor de Toledo Olvidado se ha dirigido a cualquier persona que crea que tiene en casa o que conoce algún delegado fotográfico toledano, que desee divulgar o que le apetezca que sea incluido en el blog. Encima, a aquellas personas que no conozcan el plan, y sobre todo a los más jóvenes, les ha invitado a verlo en www.toledoolvidado.com, para que puedan conocer cómo era Toledo y cómo eran los toledanos en el pasado. «Un delirio en el tiempo con destino a el pasado, en un entorno maravilloso como es Toledo», ha concluido

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