La 36ª estampado del Castell de l’Olla, que se disparó este sábado en Altea frente a las más de 80.000 personas que se han citado para presenciar en vivo el viejo espectáculo piro-acuático del Mediterráneo, fue un enorme éxito gracias a las innovaciones que ha planteado la Pirotecnia Vulcano, encargada del disparo por segundo año consecutivo, y entre las que destacó un atronador final que hizo temblar de emoción a todos los presentes.
El Castell, que fue ejecutado íntegramente desde el mar sobre cinco plataformas dobles ubicadas a 250 metros de la costa y separadas entre sí por cien metros, así como tres pantalanes flotantes dobles distanciados todavía entre sí por cien metros; ha vuelto a destacar por esa disposición y diseño con la que se rebusca que el espectador vea una exterior de fuegos a tres niveles de golpe: acuáticos, media prestigio y máxima prestigio.
Se negociación, en definitiva, de un diseño muy meticuloso en el que la Cofradía del Castell de l’Olla y los pirotécnicos trabajan cada año para mejorar el espectáculo de fuegos de artificio y de tal forma potenciar sus pertenencias visuales y sonoros, poco que en la estampado de 2024 ha pivotado sobre tres utensilios absolutamente innovadores.
El Castell de l’Olla ha presentado esta estampado tres innovaciones fundamentales. En primer circunstancia, los responsables de la Pirotecnia Vulcano han utilizado unas carcasas de gran calibre de exhibición que nunca ayer habían sido vistas en espectáculo pirotécnico alguno.
Encima, durante el disparo se pudo contemplar, por primera vez, un conjunto de objeto relámpago en escalón absolutamente novedoso. Todo ello, para terminar con una apoteosis final, un hostigación de trueno que hizo temblar a toda la bahía.
La 36ª estampado del Castell de l’Olla contó con la presencia de una larga nómina de invitados ilustres del mundo de la civilización, la política, el deporte y, en definitiva, de todos los estamentos de la sociedad valenciana.
Al frente de todos ellos, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, acompañado por la consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Nuria Montes; el responsable autonómico de Educación, Civilización, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira y el secretario autonómico de Comunicación y Promoción Institucional, José Manuel Cuenca.
Actuaron de anfitriones el corregidor de Altea, Diego Zaragozí, y el presidente de la Cofradía Castell de l’Olla, Jose Pérez Gorgoll. Asimismo, siquiera se quiso perder el viejo espectáculo piroacuático del Mediterráneo la vicepresidenta de la Diputación Provincial de Alicante, Mª del Mar Sáez.
Para el presidente del Consell, Carlos Mazón, «el Castell de l’Olla representa la mezcla más extraordinaria de agua y fuego que solo tienen sentido en el circunstancia donde nació», al tiempo que señaló que Altea es «uno de los rincones más bonitos del Mediterráneo que acoge con el Castell de l’Olla una mezcla de arte, diseño y raíces que hace distinguirse a toda la Comunitat Valenciana».
Mazón agradeció la tarea de la Cofradía Castell de l’Olla y las entidades que participan en la estructura de este gran evento de luz y pólvora sobre el mar Mediterráneo que «crean una tinieblas mágica con una de las señas de identidad de nuestra tierra».
El presidente de la Cofradía del Castell de l’Olla, Jose Pérez Gorgoll, no pudo ocultar su satisfacción nulo más finalizar el disparo por lo que calificó como «una tinieblas perfecta, un disparo impecable que adicionalmente este año lo han podido disfrutar miles en valencianos desde sus casas gracias a la televisión pública À Punt», que lo televisó íntegramente en directo en un software exclusivo de tres horas y media.
Por su parte el propietario de Pirotecnia Vulcano, José Luis Giménez, manifestó que «ha sido un honor participar de nuevo en esta 36 estampado de la fiesta de la pólvora de Altea que es el castillo de fuegos de artificio ejecutado íntegramente desde el mar único en España y narración internacional de los castillos piro-acuáticos de larga tradición en los países ribereños del Mar Mediterráneo».