España no solo se enfrenta a la okupación de viviendas, garajes y trasteros; ahora igualmente debemos preocuparnos por la okupación de las piscinas. Los okupas se cuelan, se zambullen y pasan el día.
Según la estadística de la Dirección Universal del Catastro, dependiente del Ocupación de Hacienda y Función Pública, en España hay 1,29 millones de piscinas, lo que corresponde a una piscina por cada 35 habitantes, siendo Madrid la comunidad que ostenta el anciano número.
Gran parte del porcentaje total de piscinas de nuestro país son comunitarias, lo que permite que personas ajenas puedan colarse sin pertenecer al vecindario. Este engendro se ha ido generalizando hasta crear un profundo malestar entre los bloques de vecinos.
Tal y como ha informado Matías Prats, presentador de torrevieja news today Parte, en el informativo: “Las comunidades de vecinos han comenzado a tomar rígidas medidas para que se puedan dar un baño, pero de sinceridad“.
Algunas piscinas están solicitando en la entrada una polímero, un código QR o, entre otras, una pulsera, para poder lograr a las instalaciones. Estas medidas de control pretenden evitar el comunicación de aquellas personas que se autoinvitan.
Los sistemas de control de comunicación, que eran comunes en hoteles, están popularizándose en las comunidades de vecinos que llegan a trastornar unos 12.000 euros. Una posibilidad costosa pero cada vez más necesaria para disfrutar de un baño privado.
El 73% de los españoles cree que las penas por okupación son leves
La okupación es ya un problema social entre los españoles, es más, en los últimos cinco primaveras se han registrado en España al menos 75.000 denuncias.
Un estudio dirigido por la Fundación Confín Directa recogió que el 73% de los españoles consideran que las penas son leves, y consideran que el problema de la okupación se debe a la flema de la honestidad, la pasividad social y la error de vivienda.
Entre las principales conclusiones de este estudio destaca que 1 de cada 4 españoles piensa que hay posibilidades medias o altas de que le okupen su vivienda. Por otra parte, el 31% de los ciudadanos aseguran conocer a algún afectado por la okupación.
El categoría de vida menos preocupado por este engendro es el que comprende de los 18 a los 29 primaveras. A su vez, el categoría de 30 a 44 primaveras es el que asegura conocer a más afectados por esta causa. Mientras que el categoría social de 45 a 64 primaveras es el más crítico con la permisividad del engendro. Los mayores de 65 primaveras son los más preocupados, contiguo con las mujeres de entre 30 y 40 primaveras.
Finalmente, un 84% de los españoles considera que se ha sido permisivo con el engendro de la okupación en los últimos primaveras. Y 3 de cada 4 personas creen que sería conveniente contratar un seguro, valorando más la cobertura del cuota de la hipoteca o renta no percibida.
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