A Yolanda Díaz se le siguen rebelando sus propios diputados y no una, sino varias veces. A las primeras críticas al concierto catalán de Compromís y Chunta Aragonesista, se unieron las de uno de los partidos más fuertes en el interior de la coalición: Izquierda Unida (IU), que lo rechaza en virtud de un maniquí fiscal que sí garantice la solidaridad entre los territorios. Y lo que es todavía más reseñable, su guía financiero, Carlos Martín Urriza, además se desmarcó de la postura de la vicepresidenta y cargó contra el cupo por «poner en peligro» la autonomía fiscal del Estado y la redistribución de fortuna entre comunidades.
Este domingo, Urriza ha vuelto a la carga reomendando una veraniega repaso: el postrero artículo del coordinador de IU en Andalucía y diputado de Sumar, Toni Valero, en ‘elDiario.es’ en defensa de un maniquí de financiación «redistributivo». Un debate «reabierto» con el pacto PSC-ERC -que «se hace con una aritmética parlamentaria compleja en el ‘Parlament’ y en el Congreso y que «además es un debate sobre el maniquí de país». Detrás de todo está «la investidura de Illa» pero, ha asegurado, además «la estabilidad del Gobierno de coalición».
Al igual que ya han hecho además muchos barones del PSOE, Valero arremete contra el principio de ordinalidad recogido en el afamado pacto como «divisoria» de la solidaridad de Cataluña con el resto del Estado, y que viene a afirmar que cada región reciba los mismos fortuna que aporta al Estado. «Son las micción territoriales las que tienen que determinar los fortuna necesarios, no su aporte tributaria y lo que sabemos del acuerdo es que pone en duda que dichas pretensiones sean posibles», recrimina a los firmantes.
Pese a recordar Valero que «queda mucho detalle por conocer», «no se antoja buena idea un maniquí en el que una comunidad enriquecida (y con el domicilio fiscal de buena parte de las grandes empresas que hacen negocio en todo el país) recaudase todos los impuestos».
«Sólo resolviendo acertadamente el problema de la deuda de las comunidades con el Estado y el aumento de la cuestación por la vía de la fiscalidad desafío y progresiva, se puede acometer una reforma de la financiación autonómica que satisfaga las micción de los territorios». Sin retención, ha dicho, el PSOE parece que «prefiere coger el camino ‘comprensible‘» en vez de «atreverse a hacer abonar más a quienes más tienen (y más se enriquecen a costa del resto)» porque «sabe se va a encontrar con toda la derecha, independentista y españolista, y con las grandes empresas en frente». Por ello, «prefiere hacer un mal apaño de consecuencias imprevisibles».
Para Urriza, una tribuna «muy recomendable» en la que su compañero de clase parlamentario «aboga por una decisión caudillo y no por remedios singulares en el sistema de financiación autonómica».