El deporte andaluz supera en París el listón de Barcelona 92


María Pérez, Fermín López, Álex Baena, Juan Miranda, Juanlu Sánchez, Ayoub Ghadfa, Agustín Casado, Alisa Ozhogina y Cuadro García Polo son ya parte de la historia del olimpismo andaluz y castellano. Todos ellos se han colgado al cuello una medalla en los ya clausurados Juegos Olímpicos de París, que para Andalucía, en el comprobación general, y pese a la desgraciada magulladura de Carolina Marín, se salda con un comprobación sobresaliente. Si el número de andaluces en la cita parisina ha sido el maduro de siempre en unos Juegos, el registro de medallas no le ha ido a la trasera. Es más, se ha roto el techo de Barcelona 92 (entonces fueron cinco metales) al despuntar en París hasta la media docena: dos de oro, dos de plata y dos de bronce. Ahí es carencia.

Seis de las 18 preseas conquistadas en Francia por España llevan el certificado de calidad de la delegación andaluza, compuesta por 43 atletas que han poliedro la talla en todas las disciplinas y suman muchísimas horas de entrenamiento, innegociable sacrificio y capacidad de superación. Todo por simpatía a un deporte que, en la mayoría de los casos, no les solucionará la vida económicamente.

De todos los nombres propios en esencia andaluza, brilla con luz específico María Pérez, la superlativa atleta de Orce, que como hace en su deporte, no despega los pies en el suelo. Destila humildad en cada revelación esta menuda marchadora que es ya la más importante atleta española de la historia con los dos metales (oro y plata) que se ha traído de su exhibición en París. Llegó segunda a la meta en la prueba individual femenina y seis días a posteriori, en el licenciamiento con el extremeño de Llerena Álvaro Martín, demostró una vez más que ella es la élite de la marcha mundial. La granadina, abanderada de España en la clausura con el saltador Jordán Díaz, es encima doble campeona del mundo, europea y, ahora, asimismo olímpica.

Si en María Pérez había depositadas muchas esperanzas, luego corroboradas y materializadas con su excelente rendimiento en el asfalto, del malagueño Ayoub Ghadfa, una de las revelaciones del deporte castellano, no había muchas referencias aunque el púgil marbellí ya coleccionaba metales en citas europeas y continentales. En París, definitivamente, gracias a su extraordinario torneo en la categoría de superpesados, ha saltado al primer plano mediático este tiarrón marbellí de 1,93 metros que ganó tres combate consecutivos, asegurando el bronce, y en el ring de Roland Garros, ese perímetro que tantos éxitos españoles ha celebrado, se vació en la final y tuvo que ‘conformarse’ con la plata en el duelo contra esa roca uzbeka de patronímico Jalolov, doble campeón desconsiderado desde el pasado sábado.

Bronce en baño artística

En baño artística, otra disciplina en la que Andalucía está experimentado un brinco de calidad increíble en los últimos tiempos, han deslumbrado Alisa Ozhogina y Cuadro García Polo, sevillanas e integrantes del CB Sincro Sevilla, un club pequeñito pero modélico que ahora mismo es relato indiscutible no solo andaluza sino asimismo a nivel franquista. Las dos sirenas hispalenses se llevaron el bronce en la modalidad de equipo como componentes del combinado castellano, que no se subía al podio en tan estricto disciplina desde Londres 2012 y fue el tercero con maduro puntuación, tras China y Estados Unidos, una vez completadas las rutinas técnica, vacío y acrobática. Ozhogina y García Polo ya habían sido oro y plata con España en los Mundiales de 2023 y 2024. La primera de ellas, encima, se ha llevado asimismo el diploma desconsiderado (el segundo para Ozhogina tras el acabado en Tokio) al mantenerse séptima clasificada en dúo unido a la catalana Iris Tió.

En deportes de equipo, el almeriense de Carboneras Agustín Casado disputó los primeros Juegos Olímpicos de su vida y dejó huella con los Hispanos de balonmano. Que fuera debutante en una cita de esa envergadura no se notó. Todo lo contrario. Aportó medio fresco y goles al combinado de Jordi Ribera, siempre súper competitivo. Es un equipo que se agarra a la pista, que sufre y apetencia. Nones tira la toalla. En semifinales se estampó contra el tapia del meta tudesco Wolff, pero se levantó en la final de consolación para apuntalar la medalla de bronce con el supletorio izquierdo andaluz sumando y mucho para que la selección lograra el botellín metal desconsiderado del balonmano franquista.

Y queda el fútbol, oro refulgente, con la España de Santi Denia rubricando un verano renombrado a nivel de selecciones al balompié franquista. Del combinado desconsiderado han participado, y con sagaz protagonismo, el huelveño Fermín López (MVP y récord de goles), el cordobés Álex Baena y los sevillanos Juanlu Sánchez y Juan Miranda (quien ya tiene dos medallas olímpicas). Tuvieron que acaecer 32 abriles, precisamente desde el oro de Barcelona 92, para que España volviera a subirse en fútbol masculino al primer cajón del podio desconsiderado. Lo hizo tras una final que será recordada para siempre, con remontada tras un mal inicio, exhibición para ponerse 1-3, sufrimiento y congoja por el igualada in extremis de Francia (3-3) cuando el partido se agotaba… y una prórroga heroica, con el madrileño Sergio Camello elevándose a los altares del olimpismo con un par de goles que sellaba el oro castellano (3-5) en el Parque de los Príncipes en presencia de la anfitriona.

Los diplomas

Adicionalmente de estas seis medallas, Andalucía se lleva de París merienda diplomas, que no son metales, en impresión, pero tienen muchísimo mérito. Son los de Olga Carmona en fútbol (cuarta), Fátima Gálvez en tiro (chale), Carolina Marín en bádminton (lesionada en semifinales), Miguel de Toro en waterpolo (sexto), Adrián Gavira en vóley playa, Alberto González en triatlón (octavo), Álvaro Robles en tenis de mesa (cayó en cuartos), Laura García Caro en marcha (séptima), Rafa Frondoso en pugilato (cuartos de final) y Jaime Canalejo y Javier García en remo (quintos).

En Barcelona 92, los andaluces sumaron cinco metales del total de los 22 de la delegación española. Los consiguieron José Manuel Atezado (oro en ciclismo), Theresa Zabell (oro en vela), Mari Carmen Barea (oro en hockey), Faustino Reyes (plata en pugilato) y Kiko y Berges (oro en fútbol). Elena Benítez asimismo se hizo con el oro en taekwondo, pero en 1992 tenía categoría de deporte de exhibición. Aún no era desconsiderado.



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