La sequía está teniendo consecuencias indirectas para la población en la Comunidad Valenciana, insólito de que varios municipios sufran restricciones en los hogares o incluso cortes de agua. En el caso de Oliva, se ha prohibido el baño en los lugares de playa más cercanos a los ríos.
La razón es que la escasez hídrica ha agravado la contaminación y no se puede certificar que sumergirse en esas áreas del playa resulte salutífero.
Así, este Junta valenciano ha colocado ya carteles avisando de la prohibición in situ y igualmente ha difundido en sus redes sociales la alerta. Informa de que «no es recomendable bañarse en zonas próximas a desembocaduras de los ríos Tou, Zanja del Vedat y Molinell», en concreto.
«Estos ríos reciben efluentes de depuradoras de las aglomeraciones urbanas adyacentes y pueden producirse incidencias puntuales de contaminación», continúan su mensaje, en narración a las urbanizaciones.
Finalmente, aluden a que «la sequía agrava las circunstancias expuestas, por lo que se prohíbe el baño en las desembocaduras de los valles señalizadas».
Esta situación coincide, encima, con probablemente el momento de anciano afluencia de turistas de todo el año, en las descanso estivales y cuando arribar el puente festivo del 15 de diciembre, este año de cuatro días, con lo que se suman los visitantes en su reposo anual con los que aun trabajando, igualmente disponen de esas jornadas de refrigerio.
No obstante, desde el Junta señalan igualmente que el playa de Oliva cuenta con muchos kilómetros y esta contingencia de no autorizar el baño se circunscribe a unas zonas concretas.
Mientras tanto, en varios pueblos castellonenses se ha prohibico duchar el coche con agua potable y en otros alicantinos el suministro se considera no apto para libar y cocinar o proporcionadamente se prevén cortes.