Las conductas que ponen en peligro la convivencia de los vecinos se mantienen como uno de los principales focos de atención de las autoridades de la haber gallega. En total, el Comunidad de Santiago de Compostela interpuso 385 sanciones por comportamientos incívicos este año, según datos proporcionados por el consistorio con aniversario del 5 de agosto. Más de la medio de estas infracciones, 202, tuvieron como motivo orinar en la calle. Adicionalmente, los datos reflejan 152 sanciones por consumir bebidas alcohólicas en la vía pública, 31 sanciones por cantar o silbar en la calle, y siete propuestas de condena por usar altavoz, supuestos que van en contra de las ordenanzas municipales.
Estos incidentes suelen producirse en las franjas horarias de ocio noctámbulo y condensarse en torno a de festividades como la Semana Santa, la Elevación o las fiestas del Discípulo. Los estudiantes incluso son propensos a cometer estas infracciones, siendo las primeras semanas de cada cuatrimestre dos momentos de importante movida universitaria. Los datos, en todo caso, hacen narración tanto a foráneos como a residentes de la ciudad, tal y como insisten desde el Consistorio.
Las multas contempladas varían en función de cada caso. Por silbar oscilan entre los 60 y los 1.500 euros, mientras que por refrescar en la vía pública se estiman sanciones de hasta 750 euros. Por orinar, la multa bascula entre los 100 y los 300 euros, aunque puede alcanzar los 750 euros si la infracción se comete en espacios concurridos, con presencia de menores, o si afecta a monumentos o espacios protegidos. Estas horquillas dependen de posibles agravantes como el espacio, el horario o las molestias causadas, aclaran desde el Gobierno Particular.
Informadores contra el ruido
Miriam Louzao, concejala responsable de Caudal Cultural, Turismo, Educación y Memoria Histórica, fue preguntada en la mañana del lunes sobre cómo actuará el Comunidad frente a aquellos comportamientos incívicos cometidos por turistas que eligen la haber gallega como parada veraniego.
La concejala recordó que ya está en marcha la segunda parte de la campaña ‘Frágil’, que búsqueda concienciar sobre la condición de cuidar el patrimonio, surtir una conducta correcta en la ciudad y respetar el refrigerio de los vecinos. La primera parte, con carteles y folletos informativos, ya está en marcha en la ciudad y en albergues, para arribar a los peregrinos incluso en origen. A partir de la segunda quincena de agosto se pondrán en marcha los informadores a pie de calle para animar este mensaje.
Los agentes, en torno a de una decena, portarán sonómetros con los que medirán los ruidos que ocasionen los turistas, especialmente aquellos que formen grupos. Irán identificados con chalecos y incluso servirán como punto de información, encima de velar por la protección del patrimonio histórico de la ciudad. Los informadores estarán activos hasta finales de septiembre, mes en el que, según precisó Louzao, esperan percibir numerosos grupos de turistas.
La regidor incluso confirmó que se está reforzando la presencia policial en áreas especialmente turísticas, como la Plaza del Obradoiro, y aseguró que «habrá sanciones» para aquellos que incumplan las ordenanzas.