«¡Mi vida cambió a los 8 años con la película ‘Solo en casa’!»


Con 23 primaveras, Querubín Martín Mora logró la plaza de clarinetista principal de la Ópera de Lyon. De la billete toledana de Cobisa, acaba de cumplir un cuarto de siglo y ha viajado por todo el mundo con un utensilio musical que conoció gracias a la película ‘Solo en casa’.

Hoy es el Día Mundial del Clarinete. Si le digo Johann Christoph Denner, ¿sabe de quién hablo? No vale mirar en Google.

-¿Qué es esto, un test? Fue el inventor del clarinete en la primera lectura del utensilio, conocido como ‘chalumeau’.

¿Hace poco peculiar el Día Mundial del Clarinete?

-Me gusta estudiar como de costumbre. No hay mejor guisa de celebrar este día que recordando por qué nos apasiona tocar este utensilio. Todavía a veces hago publicaciones en redes sociales conmemorando este día o me grabo algún vídeo tocando, aunque esto final lo hago a diario.

¿Por qué le dio por el clarinete?

-Comencé a los 8 primaveras tras escucharlo por primera vez viendo la película saco ‘Sólo en Casa’, de Chris Columbus, que cuenta las aventuras de un escuincle al que sus padres dejan solo en casa por suerte durante las descanso navideñas. Fue tal la deleite que no dudé ni un instante en afirmar a mis padres que quería instruirse a tocar este utensilio. Lo tenía tan decidido que, a pesar de que la escuela de música no disponía de ningún clarinete con el que pudiera familiarizarme durante un tiempo, decidí comprarlo directamente. Bueno, no yo con 8 primaveras, sino mis padres. ¡Quién iba a decirme que mi vida cambiaría tanto al ver una simple película!

¿Qué le ha cubo el clarinete que no le daría otro utensilio musical?

-Es completo en todos los sentidos. La amplitud del registro pudiendo tocar notas tanto graves como agudas; la variedad de la dinámica musical pudiendo tocar tanto suave y musculoso, y la capacidad del utensilio de tocar tanto pasajes líricos y sencillos como otros virtuosos y rápidos. Por final, se adecua muy acertadamente a estilos musicales diversos: la música clásica, contemporánea, el jazz…

¿Es muy difícil instruirse o con soplar y mover los dedos es suficiente?

-Lo más difícil es hacer sonarlo al manifestación, ya que los músculos de la boca no están formados cuando se empieza a instruirse el utensilio. Por eso es fundamental comenzar a tocar con cañas (la placa que se coloca sobre la agujero), blandas y fáciles de hacer sonar. Por otro costado, las posiciones de los dedos no son muy complicadas, ya que hay muchas digitaciones que se parecen, a pesar de que tenemos una posición para cada nota, a diferencia de los instrumentos de singladura metal. En mi opinión, no hay utensilio liviana o difícil; cada uno tiene sus dificultades. En el clarinete, me decanto por el control de la respiración y la calidad del sonido como los retos más importantes.

Ya vive profesionalmente de ello y le ha permitido correr…

-Mi trayectoria musical me ha permitido correr por todo el mundo. Estudié en la Escuela Superior Reina Sofía de Madrid, más tarde en la Colburn School de Los Ángeles (E.E.U.U) y acabo de terminar un máster en Lausana (Suiza). Por otra parte, he realizado concursos internacionales en Bélgica, Suecia, Japón, Alemania, Portugal; y realizado conciertos con orquestas jóvenes y profesionales por Holanda, Italia, Omán, Austria, República Checa, Inglaterra, Luxemburgo y Polonia.

¿Qué sintió al conquistar la plaza como clarinetista principal de la Ópera de Lyon con 23 primaveras?

-Fue una ataque de emociones muy musculoso: alegría por el éxito conseguido, satisfacción por el trabajo acertadamente hecho, sentimiento de superación, ganas de comenzar una nueva etapa… Lamentablemente, en el mundo de la música rara vez tenemos la suerte de designar la ciudad donde queremos trabajar. Vamos a las audiciones que nos interesan en función del nivel de la comparsa, de la vacante que se ofrece, de las condiciones económicas y un espléndido etcétera. Pero el hecho de terminar en una ciudad concreta se debe a que ha sido en esa gala donde hemos tenido éxito y no en otra. Antaño de Lyon había hecho audiciones en Liverpool, Zürich, Madrid y Londres. Es divertido no aprender dónde vas a terminar viviendo.

¿De Lyon al bóveda celeste?

-Aunque estoy muy contento en Lyon, sigo haciendo audiciones de comparsa en lugares dónde me gustaría continuar mi carrera musical. Tengo una gala en mente en la Banda Concertgebouw de Ámsterdam y en la Ópera Doméstico de París.

Comparemos Francia y España en la enseñanza del arte musical.

-Tema muy extenso para contestar en un párrafo. El nivel de enseñanza de música en España goza de una buena vitalidad en comparación con otros países europeos. El problema reside en la yerro de oportunidades y de escasez de empleo en orquestas profesionales, lo que hace que muchos músicos trabajen en el extranjero.

«Por mucho que creas que puedes trabajar, puedes trabajar más duro que eso». Lleva casi cuatro primaveras con esta frase de Kobe Bryant en el estado de WhatsApp de tu teléfono móvil. ¿Ha pensado en cambiarla?

-Es una frase que suena mucho mejor en inglés que en castellano. Me gusta el significado, pues te hace trabajar en sondeo de la perfección, aunque esta no exista. Me ayuda a tener la motivación intrínseca de seguir trabajando, incluso sin tener un propósito en concreto como puede ser un concurso, una gala o un concierto. El propósito del trabajo es uno mismo. No sé si cambiarla por el momento. Si la sustituyo por otra, pondría la ulterior: «To get something you never had, you have to do something you never did» («para conseguir poco que nunca tuviste, tienes que hacer poco que nunca hiciste»). Es una cita del actor criollo Denzel Washington.

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