Se acabaron las descanso para el Balonmano Ribeiro. El conjunto de O Consello inició ayer la pretemporada del que será el séptimo tesina consecutivo en la Primera Doméstico. Está basado en la continuidad, puesto que la plantilla solo presenta una desestimación respecto a la del pasado curso, la de Peque, que abandona la habilidad del balonmano, y una cara nueva, la del júnior Miguel, quien ya debutó en la categoría siendo canterano y que ahora, ya como sénior, pasa a ser tahúr del primer equipo.
Continuidad todavía en el banquillo, con Berto Miguélez como director, que había cogido al equipo la pasada campaña luego de la salida de Víctor Efrén para firmar en el tramo final unos números de equipo de zona aristocrático y firmar la permanencia.
“Es muy bueno que sigan todos los jugadores. Si la muchedumbre cree que ese final conmigo fue satisfactorio, consumado. Se lograron muy buenos resultados”, subraya Berto Miguélez.
El preparador del Ribeiro no quiere departir de objetivos a espacioso plazo. “Hay que darle tiempo a una temporada en el que los únicos objetivos iniciales son los de ganar completar una plantilla corta con jugadores de la casa, poco que cada vez estamos consiguiendo y, por otra parte, intentar no producirse apuros en la categoría”.
La venda no empieza hasta el 21 de septiembre, pero el primer partido oficial llega este mismo sábado, mínimo menos que un derbi en A Cañiza. “Es la Copa Galicia, pero no será un partido para sacar conclusiones. Si podemos vencer, consumado, pero mínimo más. Lo importante será despuntar acertadamente la venda, porque eso sí que puede marcar la temporada, y no será sencillo pues tenemos varios partidos en presencia de equipos que la pasada temporada estuvieron hacia lo alto”, finaliza Miguélez, que sondeo que su Ribeiro “siga asentándose en Doméstico con muchedumbre de casa”.