la policía retira sillas y sombrillas que no tienen dueño en una playa de Málaga


La conocida como ‘hostilidades de las sombrillas’ ha vuelto a las playas de Málaga. Es una destreza que se repite cada verano y ha obligado a los municipios de la Costa del Sol a elaborar ordenanzas que prohíben la ocupación previa de espacios en la playa. Si perfectamente, controlar quién está en casa esperando a que llegue la hora del baño o, por el contrario, quién está paseando o comiendo en el chiringuito es complicado. Por eso la retirada de sillas y sombrillas por parte de la policía genera división de opiniones.

Esta misma semana, una publicación en TikTok con más de 26.000 reacciones denunciaba la situación. «No puedes instalarse un sitio en la playa mientras vas a ingerir, pero sí pueden OKUPAR tu casa y la ley los ampara. ¿Qué opináis?», criticaba la usuaria mariadelao_87, que compartió varias imágenes de los agentes de la Policía Municipal de Torrox retirando objetos de la playa sin la presencia de sus dueños y abriendo actas de beneplácito.

Aunque polémica, lo cierto es que la diligencia de los agentes está respaldada por la Estatuto de uso y disfrute de las playas del término municipal de Torrox, la cual prohíbe expresamente la reserva de espacio en las playas mediante la colocación de objetos en la arena sin la presencia física de una persona propietaria.

Según el Artículo 14 de dicha norma, «queda prohibida la reserva de espacio físico en las playas, a cualquier hora del día o de la confusión, mediante la colocación en la arena de cualquier tipo de objeto o enseres (sillas, sombrillas, mesas, toldillos, etc.) sin la presencia física de una persona propietaria».

Ratificación

Por otra parte, la reglamento establece que los objetos encontrados en estas condiciones serán retirados y almacenados por los servicios operativos municipales, quienes los mantendrán en dependencias municipales durante un período mayor de catorce días. Si no son reclamados por sus dueños durante ese plazo, previo cuota de una beneplácito de 30 euros, los objetos serán considerados como «residuos» y se procederá a su asesinato.

Pese al respaldo reglamentario, el debate está hendido. Por un flanco, hay quien apoya la diligencia policial argumentando que es necesario certificar un uso equitativo del espacio conocido, especialmente en playas concurridas. Por otro flanco, hay quienes consideran que la norma es demasiado estricta y que debería permitirse a los bañistas dejar sus pertenencias mientras se ausentan por un período corto de tiempo, como para ir a ingerir a un chiringuito cercano o pasear.

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