Greenpeace alerta sobre el riesgo de pérdidas de playas en las costas españolas para la próxima década


Greenpeace ha resuelto un referencia en el que advierte que España va a comenzar a perder playas en los próximos diez abriles por tropiezo de una combinación de factores, entre los que destacan el cambio climático y las malas prácticas urbanísticas. El referencia, titulado ‘Crisis a Toda Costa 2024’, ofrece un prospección muy detallado de la situación de los más de 8.000 kilómetros de costa que bordean el país y señala las múltiples amenazas que ponen en aventura el ribera castellano.

Desde la estructura señalan que no hay ninguna región costera en España que esté exenta de este peligro que se expone. Factores como la colonia excesiva, la contaminación y la construcción de infraestructuras artificiales como los diques, espigones y paseos marítimos, han contribuido a la degradación de las playas. Estos desequilibrios no solo han provocado el retroceso de las playas, sino que asimismo han escaso su capacidad de proceder como barreras protectoras naturales, lo que supone un aventura significativo para las millones de personas que viven en las zonas costeras.

El cambio climático agrava la situación

A este decorado se suman las consecuencias del cambio climático, que agravan aún más la situación. El referencia destaca de igual modo la subida del nivel del mar, el incremento en la frecuencia e intensidad de eventos meteorológicos extremos, como olas de calor, sequías y tormentas, así como el aumento constante de la temperatura de los mares y océanos. Estos fenómenos no solo aceleran la desaparición de las playas, sino que asimismo generan un aumento en la acidificación y una reducción del oxígeno disuelto en el agua, poco que afecta gravemente a la biodiversidad óleo y a las actividades económicas ligadas al mar, como la pesca y el marisqueo.

Según Greenpeace, las proyecciones de la NASA indican que la subida del nivel del mar va a provocar la pérdida de playas a lo amplio de toda la costa española. El referencia resalta asimismo que para 2030 ya se esperan impactos “muy graves” en ciudades como Barcelona, Vigo, A Coruña, Almería, Málaga, Gijón, Santander y Bilbao, entre otras. En estas áreas, el mar podría avanzar hasta 70 metros tierra adentro para finales de siglo.

Adicionalmente, el referencia subraya que las olas de calor marinas, que han sido particularmente intensas desde 2022, seguirán afectando zonas vulnerables como el Pillo de Vizcaya y las aguas baleares. Estas temperaturas más elevadas no solo fomentan la evaporación del agua, aumentando la frecuencia de DANAs y ciclones, sino que asimismo agravan los daños por inundaciones en las zonas costeras.

Medidas urgentes

Frente a esta situación, Greenpeace insiste en la escazes de tomar medidas urgentes para mitigar estos riesgos. La estructura propone una reducción significativa de las emisiones de gases de sensación invernadero y la admisión de políticas de aclimatación y protección costera. Estas medidas incluyen la recuperación de las zonas inundables, la prohibición de nuevas construcciones en áreas vulnerables y la promoción de la investigación científica sobre el impacto del cambio climático en los ecosistemas marinos.

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Mujer mirando el móvil en la playa

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