Un mar de banderas desató una ola de abucheos y los autobuses atracaron como barcazas. Era sólo el principio
Como anfitrión, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, abrió fuego, saludando a todos sus superiores. De Ayuso a feijo pasando por Aznar: “Entre Puigdemont y Snchez, siempre España.” El entusiasmo contenido que provocaba Almeida se disipó.
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