Abre el debate territorial y cumplir con las calendario de transferencia. Estas son las dos condiciones que el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, puso hoy sobre la mesa durante su intervención en el Alderdi Eguna (Match Day). “Ha llegado el momento de hacerlo”, ha asegurado en una intervención que se ha centrado en exigir avances para el “reconocimiento nacional” del País Vasco, Cataluña y Galicia y en movilizar la militancia.
Ortúzar ha asegurado que el PNV está “preparado” para hablar del modelo territorial y que espera que haya alguien “al otro lado de la mesa”. De esta forma, el líder de los peneuvistas ha mostrado su apoyo a la propuesta de creación de una Convención Constitucional en el Congreso realizada por el Lehendakari, Iñigo Urkullu, a principios de año político. “Nuestro deseo es crear una nación europea, Euskadi”, ha afirmado.
Ella no fue la única Apelación a un futuro Gobierno de Pedro Sánchez, para lo que, de momento, el PNV no garantiza el apoyo de sus cinco diputados. “Sólo aquellos que cumplan la palabra dada antes podrán pedir apoyo más tarde”. Por tanto, se puede suponer que en las “semanas intensas” que Ortuzar ha asegurado que se avecinan, los nacionalistas vascos podrán poner sobre la mesa la calendario de transferencia de poderes que se arruinó en la última legislatura.
Hace cuatro años, los nacionalistas vascos acordaron con el PSOE un ambicioso calendario de 35 transferencias que debería culminar con la transferencia de la seguridad social. Sin embargo, en los cuatro años de Gobierno sólo se cumplieron cinco de ellos, incluida la gestión de las prisiones. El Gobierno ni siquiera ha respondido a propuestas concretas enviadas por Urkullu, que pedían, por ejemplo, la gestión de puertos o zonas aledañas. “Tengan la seguridad de que sabremos actuar inteligentemente para que las cosas salgan bien”, aseguró Ortúzar a los militantes.
El líder peneuvista ha optado por pronunciar un discurso “más trascendental que en otras ocasiones” debido a la situación política turbulenta que se vive hoy. “La democracia en España es mala”, afirmó. También ha criticado con vehemencia a quienes intentan encasillarlos en un “maniqueísmo de derechas e izquierdas” con el objetivo de “desacreditarlos socialmente”. Ante ello, Ortuzar ha ofrecido “la mano tendida” del PNV, que, ha asegurado, estará dispuesto a “habla con todo el mundo.”
«Toque arrebato»
El evento de este año ha estado lleno de llamamientos a la movilización. Uno de los mayores temores del partido en las últimas semanas era que el acto más importante del calendario del PNV demostrara la desmovilización mostrada en las urnas en las dos fechas electorales previas al verano. El propio Ortuzar envió hace unos días una carta a la militancia invitándola a asistir al acto para demostrar que el PNV es un partido “unido”. La respuesta ha sido masiva, y la de este año en Alderdi Eguna ha sido incluso mayor que la de hace un año, cuando la lluvia no ayudó a la movilización. El presidente del PNV ha asegurado a los presentes que tienen “escuchado” y “asistido” a los mensajes y se ha comprometido a “volver a ilusionarse”. También les ha avisado de que “pueden pasar muchas cosas” y que no descarta que en los próximos meses tengan que jugar “a ráfaga”.
Los nacionalistas vascos no sólo no descartan una repetición electoral en España, sino que también son conscientes de lo cerca que está EH Bildu en las encuestas a pocos meses de la convocatoria de las elecciones autonómicas. Ortuzar ha apelado a los 128 años de trayectoria del PNV y ha puesto en valor la gestión de los lehendakaris del PNV, de José Antonio Agirre a Iñigo Urkullude quien ha dicho que supo superar al “desventurado Gobierno de los socialistas con el PP. Todo ello a pesar de que gobiernas las instituciones clave del País Vasco gracias a un pacto global con el PSE”.
Ortuzar también ha criticado la actitud de los de Otegi que intentan prender fuego a la calle contra el Ejecutivo vasco. Ha desfigurado la estrategia de hacer de “la huelga y la protesta” su “única forma de expresión”. “Menos huelga y pancartas y más sentados a la mesa”, pidió. A ello también se ha referido el Lehendakari, Iñigo Urkullu, que en su discurso ha puesto en valor su gestión frente a quienes “están orgullosos de que Euskadi sea líder en huelgas y manifestaciones”.
La elección de este año de Alderdi Eguna también ha servido para profundizar en el cierre de filas con el partido de Puigdemont como forma de recuperar influencia en Madrid frente al bloque ERC-Bildu. Como ocurrió el año pasado, al foro asistió el secretario general de Junts, Jordi Turull, que esta vez también ha estado acompañado por Eduard Pujol, diputado en el Congreso. A su llegada, Turull destacó que hay “infinitamente más” cosas que les unen que las que les separan. “La relación con el PNV se ha normalizado porque las circunstancias previas de prisión y exilio no facilitaban esa relación”, ha añadido. Además de los políticos de Junts, el PNV también ha contado con el apoyo de representantes del BNG, formaciones baleares, Kurdistán, Francia o Flandes.