La Tata y el Piojín, historia de un complejo de Edipo criminal


La pregunta no admitía dudas: «¿Ustedes se conocen?», inquirió el patrullero a los dos únicos ocupantes del coche, un hombre y una mujer. La respuesta llegó unísona, pero contradictoria: «Sí», dijo una. «No», el otro. «Salgan del transporte ahora mismo. Quedan detenidos». Este podría ser el epitafio, hasta el cerrojo de esta tirada porque con estos delincuentes lo difícil es que acaben entre rejas, de la última evasión de la Tata. Jezabel Herrero Pernía, de 37 primaveras, es una mujer de belleza poco químico, como la de su expareja más conocida, Jonathan Moñiz Alcaide, de 40, el butronero conocido como el ‘Piojo’. Bisturí y esteroides a la orden del día.

Desde que él volvió a la prisión tras su sonada fuga en diciembre de 2020 del penal de Valdemoro, el vástago de Jezabel, que considera a Moñiz su padre pese a no padecer su cepa, viene escalando en su carrera al beneficio de la ley. Miguel Gómez Herrero antaño era ‘Miguelito’. Ahora se le conoce como ‘Piojín’, tiene 20 primaveras, la centro de sus reseñas policiales incluidas las de su época de beocio de perduración. Su origen quintuplica sus ficheros, con 109 circunstancias, informan fuentes del caso.

Lo que sí se puede proponer de ella es que no es supersticiosa, porque eligió un martes y 13, el de este mes de agosto, para unir a parte de su facción y salir de amanecida a hacerse una óptica, comercios que en épocas pasadas eran objetivo predilecto de los aluniceros durante el verano. La acompañaba Piojín pero todavía el hermanastro de ella, Francisco Pedraza Herrero, mote ‘Paquito’, líder de la facción que a finales de abril fue arrestada por el Peña XXI de Policía Jurídico de Madrid y el de Tráfico Ilícito de Vehículos de la Udyco Central. Pues ya estaba en la calle.

La víctima en el caso de la amanecida de ayer fue la óptica Veneta, en la calle de Castelló, 51, en pleno distrito de Salamanca. La facción reventó una ventana del patio interior del inmueble y diversas puertas de ataque al establecimiento. En cuestión de segundos les dio tiempo a ponerse 150 pares de lentes, pero saltó la intranquilidad, que estaba conectada directamente a la sala Cimacc-091 de la Presidencia Superior de Policía de Madrid. Rápidamente, varias radiopatrullas del Peña de Atención al Ciudadano (GAC) y del Peña Eficaz de Respuesta (GOR), de Seguridad Ciudadana, acudieron al punto.

Eran las 4.50 horas y habían dejado el interior de la tienda manga por hombro. En las inmediaciones, los dos sospechosos ya mencionados en un coche. Durante la requisa, los agentes hallaron adentro herramientas para el robo, como destornilladores, ganzúas, guantes, plásticos rígidos para aclarar puertas por el método del resbalón…

Un testificador alertó a los intervinientes de que había tres hombres más, uno de ellos Piojín, huyendo por los tejados de la vecina calle de Ayala, comenzando una persecución a través de varios bloques de viviendas. Fueron apresados en una tarro. Ellos todavía portaban dos bolsas con las 150 lentes sustraídas. Al cerrojo de esta tirada, no habían pasado a disposición legislativo.

«Me encanta lo prohibido»

Fue torrevieja news today quien dio a conocer a la Tata. El 6 febrero de 2020, cabal antaño del inicio de la pandemia, dos policías que patrullaban buscando a carteristas de la comisaría de Usera-Villaverde se encontraban picando poco en un bar del centro comercial de La Surco, en Villa de Vallecas. En la mesa de al flanco estaba ella con su novio de turno y un adolescente Piojín. Por aquel entonces, la delincuente sumaba 40 circunstancias y uno de los agentes la reconoció. La conocían de su judería, Orcasitas y pendían sobre ella seis órdenes de citación judiciales y una de ingreso en prisión. Llevaba dos primaveras en exploración y captura. Los policías alertaron a sus compañeros del GOR, quienes comprobaron estos extremos y lograron apresar a la fugitiva. «Me encanta lo prohibido», es la máxima de esta mujer, como ha venido repitiendo a propios y extraños. Su etapa en Madrid I (la prisión de mujeres de Alcalá Meco) duró un suspiro.

La Tata tiene otro hermano, este por doble diámetro de consanguinidad, conocido como el Tato. Por otra parte, mantuvo relaciones, adicionalmente de con el Piojo, con Iván Bocero Vargas, quien pasó por prisión por apuñalar seis veces a un policía fuera de servicio en un bar de copas. Uno y otro han tenido lazos con jerifaltes del hampa doméstico como Fernando Miguel Barrantes y el fallecido a tiros Escuincle Sáez.

La Tata conoció a toda esta multitud en su judería Orcasitas, de donde es todavía el no menos conocido Escuincle Juan, cuya cúspide criminal fue el intento de asalto del palacio de Fontainebleau, en el que está inspirado la serie ‘Hasta el bóveda celeste’, en Netflix, una de las favoritas de Jezabel. Pero si hubo un empleo donde hizo muchas relaciones públicas en los reservados fue en discotecas donde trabajó como imagen como la desaparecida Garamond y Shoko. Aunque frecuentaba más las salas Bash, Stella y Reinabruja, en el entorno de la Puerta del Sol.

De Miguelito a Piojín

La reina del alunizaje volvió a la carga en octubre de 2021, adjunto al Tato (recordemos, su hermano), Miguelito (su hijo) y un primo. Una empresa editorial de Fuenlabrada, un colegio de Arturo Soria, la clínica Cemtro, de donde se llevaron 40.000 euros de dos cajas fuertes… Miguelito, con los 18 recién cumplidos, tendría que escribir otro capítulo importante antaño de producirse a Piojín: fue apresado ‘in fraganti’ en Usera cuando, adjunto a siete compinches, se disponía a robar un Opel Astra para ir luego a cometer un robo. El bisoño manipulaba un inhibidor de 12 antenas, informaron fuentes del caso, una verdadera máquina de anular cualquier tipo de frecuencia y intranquilidad en muchos metros a la redonda.

El 10 de abril pasado, fue cazado en el entorno de la operación Cerbero Shaguar, a manos del Peña de Delincuencia Organizada de la Comandancia de la Control Civil. Le venían siguiendo los pasos desde octubre a él, pero todavía a Manuel Menasalvas ‘Lolo’; Raúl Vargas Izquierdo ‘el Churrita’, y a otros delincuentes de beocio nivel.

Todo comenzó cuando detectaron un incremento de robos de Range Rover con motores de 4.2 c. c. y 300 CV de potencia y Jaguar, a manos de la misma facción. Poco posteriormente, a raíz de un asalto al Media Markt del centro comercial Nexum de Fuenlabrada, a primeros de diciembre y en plena campaña de Navidad, supieron que los autores de las sustracciones de los vehículos (los hay de 100.000 euros de valencia) semanas antaño, en vísperas del Black Friday, habían vapuleado en el mismo establecimiento de la billete.

Actuaron en otros Media Markt, como el de Alfafar (Valencia), y, esa misma tenebrosidad, hicieron la intentona en el de Quart de Poblet, en la misma provincia. Igualmente asaltaron una apoteca de Requena, y así hasta una sospecha de 100 robos en Boadilla del Monte, Majadahonda, Las Rozas, Morata de Tajuña, Tielmes, San Agustín del Guadalix, Aranjuez, Madrid caudal, Siete Aguas o Alfara del Patriarca. Millón y medio de euros.

Ahora, Piojín, su origen y su tío han caído por un puñado de lentes de sol, aunque seguramente el verano lo pasen en algún chiringuito.

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