Jesús y Lida depositaron todos sus esfuerzos e ilusión en un habitáculo enclavado en el municipio madrileño de Leganés. Sin secuestro, su inquilina lleva más de tres abriles sin fertilizar el arrendamiento. Espejo Manifiesto ha accedido al edificio en el que se ubica este carretera. Tanto vecinos como la presidenta de la comunidad conocían esta situación y aseguran que los conflictos con la inquilina son poco habitual.
Jesús, dueño del habitáculo, explica que llevan tres abriles completamente desesperados e impotentes con la situación. “La verdad que no puedo ni charlar ya”, declara el propietario. Lida, su mujer, todavía expresa su angustia: “Mi marido estuvo nueve meses en tratamiento porque nunca puedes aceptar esa ingenuidad de que lleves tantos abriles pagando y que no te devuelvan tu carretera”, reconoce.
La inquilina se declara en estado de vulnerabilidad. Una vulnerabilidad, que según Jesús es “ficticia”, ya que al presentar toda la documentación vieron que tenía una salario de 2600 euros mensuales. “Es una escritora famosa con sus libros agotados, recibe premios en Madrid”, desvela el propietario.
“Me parece una desfachatez”
Los dueños del habitáculo aseguran que se les hace muy complicado sustentar el habitáculo cada mes. El arrendamiento que debe fertilizar la arrendatariaes de 550 euros mensuales, pero Jesús y Lida tienen una hipoteca de 607 euros. “Apoyar este carretera nos cuesta más o menos 750 euros porque, claro, tienes que fertilizar impuestos”, comenta Lida. Por otra parte, explica que ella está en paro y que su marido trabaja sólo para hacer frente a los pagos del habitáculo.
La desesperación de Jesús llega a su conclusión. Sostiene que es capaz de iniciar una huelga de deseo: “Estoy dispuesto a todo. Porque todo esto salga a la luz y sobre todo para que esta ley se deniegue porque hay muchísima masa que estamos sufriendo. No somos un escudo social y nos están expropiando nuestra vivienda para dar a una persona que no es ni pusilánime”, sostiene.
