Un museo para que Ribadelago (Zamora) no caiga en el olvido


Han pasado 65 primaveras y los vecinos de Ribadelago aún recuerdan cómo era su aldea antiguamente de la tragedia. Ha pasado más de un decalustro y los familiares de los 144 ribalagueses fallecidos aún les echan de menos. La tinieblas del 9 de enero de 1959 quedará siempre en la memoria de los habitantes de la aldea zamorana que la vivieron, pero en un intento de que, ha afirmado el corregidor de Galende, José Manuel Chimeno, «no se olvide que Ribadelago existió, existe y está vivo», unas 200 personas han asistido este miércoles a la inauguración del Museo de la Memoria.

Este se ha creado en un intento de memorar a las personas que fallecieron en la tinieblas del 9 de enero de 1959, cuando la presa de Vega de Tera reventó y ocho millones de metros cúbicos de agua descendieron con furia el cañón del río Tera, arrastrando rocas y arrancando árboles y todo lo que encontraron a su paso, incluidas las vidas de 144 personas.


El Museo de la Memoria abre sus puertas con una muestra fotográfica


ICAL

El museo expone más de 60 fotografías, documentos y paneles explicativos, así como enseres de la época, aunque el objeto expuesto que más ha llamado la atención de los visitantes ha sido un fragmento de la propia presa, «que se deshace solo con tocarlo», han asegurado los visitantes.

Chimeno ha puntiagudo que la exposición incluye contenido que la Asociación ‘Hijos de Ribadelago’ tenía situado en la Casa del Parque, parte de un concurso de fotografía que promovió el concejo en su día, así como obras de la pintora tópico María de Valeroso y Sanabria. «Es hija de Ribadelago y aquel día fatídico murió mucha de su gentío y ella lo plasma en su obra», ha puntualizado.

«DEUDA CON ESTE PUEBLO»

A la inauguración asimismo ha acudido el presidente en funciones de la Diputación de Zamora, Víctor López, que ha hecho hincapié en que el Museo de la Memoria representa «un sentimiento» para los habitantes de la aldea. «Es una deuda que se tenía con este pueblo, sus vecinos y todas las personas que sufrieron esa catástrofe hace 65 primaveras. Esto será el manifestación para una serie de proyectos que se realizarán en este museo», en narración a la musealización y arreglo del entorno de este espacio.

«Que todas las personas que visiten este museo recuerden lo que pasó aquí, a las víctimas, el sufrimiento de sus familiares y que sea ejemplo que este tipo de negligencias no pueden retornar a ocurrir», ha rubricado.

El portavoz del Familia Popular en la Diputación de Zamora e impulsor del tesina en el preparatorio mandato, Jesús María Prada, ha obligado a ICAL su «emoción» por la culminación de un tesina que «hace jurisprudencia, posteriormente de muchos primaveras de olvido, a las víctimas» y ha apostillado: «El impulso que dimos estos primaveras a este tesina no es por darse el pote, sino para rendir homenaje a aquellas 144 víctimas de 1959».


El Museo de la Memoria abre sus puertas con una muestra fotográfica


ICAL

«BUENÍSIMAS INTERVENCIONES ARQUITECTÓNICAS»

Por su parte, el arquitecto responsable del tesina, Francisco Somoza, ha explicado que, tras la tragedia que supuso la asesinato de 144 personas, se construyó un nuevo Ribadelago, «en el que había buenísimas intervenciones arquitectónicas» y ha reivindicado la «calidad» de las construcciones realizadas entonces.

«La tragedia no alteró solo la vida y la estabilidad de todas las familias, sino asimismo el invariabilidad de este puesto. Hoy es un día de influencia de gracias a la Diputación, al Cabildo, a quienes colaboraron en la ejecución de la obra», ha subrayado.

Somoza ha incidido en el valencia arquitectónico que albergan los edificios de la época, como la sede del propio Museo, la iglesia, el cine y la escuela. «Está en peligro perder parte de su integridad. Pido que se preserven esos edificios maravillosos que asimismo forman parte de nuestra historia», ha concluido.

El museo ofrecerá desde este miércoles y durante los próximos días jornadas de puertas abiertas, de la mano de la Asociación ‘Hijos de Ribadelago’, hasta que se suscriba un convenio con la Diputación para sostener la transigencia de forma regular, «posiblemente, en fines de semana», según ha comentado el corregidor. «Pretendemos mantenerlo extenso todo el verano y, posteriormente, arribar a un convenio con la Diputación y que haya una persona permanentemente», ha insistido.

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