una jornada infernal con 490 hectáreas quemadas y un final esperanzador


A lo derrochador de todo el día, en Almuñécar ha hecho muchísimo calor. Pero no del calor corriente de mediados de agosto, sino un calor diferente. Cualquiera que mirara en dirección a hacia lo alto se daría cuenta del motivo: una columna de humo mediocre flotaba sobre las colinas que circundan el municipio de la costa granadina. Por si a determinado aún no le quedaba claro, de vez en cuando caían restos de ceniza. Hay un fuego cerca, y de los grandes.

Se declaró poco posteriormente de las ocho de la tarde del martes 13 de agosto en un lugar conocido como Peña Escrita, entre Almuñécar y La Herradura. Y aunque es pronto para hacer un recuento definitivo, ha arrasado 590 hectáreas, de las que 440 son de superficie forestal y el resto, zona agrícola.

El fuego jugó desde el principio con un poderoso amigo, un singladura de poniente que llegó a soplar hasta a 80 kilómetros por hora. Una barbarie, a afirmar de los expertos. Eso provocó en pocas horas varios focos y, aunque a la zona llegaron bomberos procedentes de varios parques de la provincia de Mingrana, poco o carencia podían hacer. Igual habrían tenido una oportunidad de poseer dispuesto de medios aéreos, pero se hizo de sombra y sin luz natural no pueden trabajar.

La albor fue espantosa, A eso de las tres y media, la Asamblea de Andalucía declaró la etapa de preemergencia –que como su nombre sugiere, es profundo pero no demasiado- y procedió a cortar dos carreteras de camino: Pagos del Rescate y El Cerval. Más de cien profesionales hacían lo que podían mientras aguardaban la arribada del día y, con ella, la de la ayuda por canción.

A lo derrochador de la mañana se han ido incorporando hasta merienda aviones y helicópteros. Hasta 160 profesionales trabajaban allí o desde el canción. Pero el singladura seguía soplando y la situación seguía sin pintar correctamente. Peña Escrita, por otra parte, no es del todo una zona agrícola ni forestal. Algunas personas tienen en esos montes una segunda residencia, pequeños cortijos a los que, con más prisa que pausa, se iban acercando las llamas. Una mujer de 57 abriles fue evacuada al hospital de Motril por inhalación de humo, aunque no se teme por su vida.


Las llamas llegaron a las puertas de algunas casas de la zona


ideal

Otros diez vecinos decidieron irse. Es lo que se fogata «alejamiento preventivo», lo que quiere afirmar que nadie les obligó a desalojar. Eso sí, siquiera los dejaron retornar posteriormente, que un incendio es una cosa muy seria y no es cuestión de que la muchedumbre esté yendo y viniendo.

El incendio forestal llegó a instalarse una franja de más de cinco kilómetros –aunque en el interior de ésta había algunas islas, por llamarlas así, que no habían sido afectadas- y entre los profesionales cundía el temor a que se propagase en dirección a el parque natural de Almijara, Tejada y Alhama, en la frontera con la provincia de Málaga. Es una zona protegida por su gran valía ecológico. Si llega ahí, se decían, entonces sí que el problema es gordura de verdad. La «proceso incierta» del siniestro, en palabras de la Asamblea de Andalucía, trocaba casi en tétrica.

Por la tarde, el singladura dio un respiro. Por lo militar, de entre 10 y 15 kilómetros, con rachas máximas de 30, y desde el Plan Infoca pensaron que se podía ser razonablemente animoso, aunque tenían claro que el incendio no se podría dar por extinguido. Ni siquiera por controlado. La idea era cerrar el perímetro para, con un poco de suerte, estabilizarlo.

Y eso fue exactamente lo que sucedió. Poco antiguamente de las siete de la tarde, un portavoz del Plan Infoca describió de forma muy gráfica la situación: «El incendio está en el interior de un plato y de ahí no va a salir, está acotado y en el interior del dominio quemada no hay ni llamas ni humo, sólo algunos puntos calientes que tendremos que seguir enfriando».

Otro incendio en Padul, de menos virulencia, estabilizado

A posteriori de todo, la historia puede tener un final oportuno y próximo. El mismo portavoz ha complemento que es «sobrado posible» que el incendio pueda ser controlado mañana. Poco posteriormente de salir el sol volverán los medios aéreos, probablemente menos que a lo derrochador de esta agotadora caminata.

La posibilidad de que se extienda a lugares muy sensibles, como se deduce de sus palabras, es sobrado más lejana que antiguamente. Y los vecinos de las cercanías pueden respirar con más tranquilidad. Es un afirmar, porque allí huele muchísimo a humo. En cuanto a los que se fueron, aún no se ha decidido cuándo podrán regresar a sus casas.

El incendio de Almuñécar ha eclipsado por completo otro que se ha producido prácticamente a la vez en la provincia de Mingrana. Ha sido en el término municipal de Padul y ha calcinado 90 hectáreas de superficie agrícola. Allí han trabajado vigésimo bomberos con medios terrestres y ayudados por tres helicópteros. No ha sido extinguido, aunque sí estabilizado, y su proceso es «positiva», según el Plan Infoca.

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