Aurelia Felipe Álvarez: “A nuestra edad, los viajes se notan, pero volamos cada verano para venir a Celanova”



Cada verano, desde hace más de medio siglo, la grupo Batallador Felipe coge un revoloteo desde New Pullover hasta Oporto para acontecer unas semanas de desconexión en Celanova. No es su villa procedente, matiza el enlace formado por Antonio y Aurelia, él de Xinzo de Pontedeva y ella de Vilameá de Ramirás, pero sí el ocasión que escogieron para fijar las raíces de su pequeña gran grupo, compuesta por dos hijos y cuatro nietos.

¿Hace cuánto tiempo que veranean en Celanova?

Venimos todos los abriles. Antaño pasábamos seis semanas aquí. Pero ahora ya estamos un poco mayores y tenemos que esperar por las nietas. Ya no nos dejan venir solos. El único momento en el que no vinimos fue por la pandemia. Al ser veterano siempre te recomiendan no delirar. Incluso ahora, cuando vas al doctor, te pregunta ¿viajaste? A nuestra permanencia, los viajes se notan.

¿Y la grupo quiere venir?

El motivo de que nosotros compráramos este carretera en Celanova, en 1987, fue por los chicos, porque les gustaba Celanova y tenían aquí su corro de amigos. Nosotros veníamos todos los veranos y parábamos en Xinzo (Pontedeva) y Ramirás, pero a ellos les gustaba mucho Celanova y a mí no me gustaba que anduvieran con el coche de indeterminación.

¿Cuál es su rincón preferido de Celanova?

La plaza, vamos todas las noches. Allí se reúnen asimismo los nietos con sus conocidos, con los primos, y lo pasan proporcionadamente. Tanto los hijos como los nietos mantienen sus amigos aquí. Eso fue todo porque veníamos siempre, agarraron esas conocidos. A mí lo que más me gusta es que aquí tienes todo: una droguería, médico, supermercado… y sin menester de coche. Antaño aún había líneas (autobús) por los pueblos, ahora falta.

¿Se han planteado regresar definitivamente?

Yo llegué a América con 18 abriles, conocí allí a mi marido. Aunque era de Xinzo (Pontedeva) nunca hubiera venido a Ramirás porque de aquellas no había coches y figúrese, ¡no iba a venir caminando desde allá!. No tenemos negocios allá, pero sí propiedades y, lo más importante, la grupo. Mucha concurrencia, sobre todo desde que estamos jubilados, nos dicen por qué no estamos más tiempo aquí… Es verdad, pero los hijos y los nietos están allá y eso es lo que cuenta. Cuando uno es chavea, quiere estar separado y toquetear a su aerofagia, pero cuando uno es vetusto, quiere y necesita estar con la grupo.

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