El Milagroso Niño Jesús de Praga, una devoción carmelita muy viva en Córdoba


Su gran corona y la engaño del mundo en la mano izquierda resultan inconfundibles en su iconografía. El Milagroso Impulsivo Jesús de Praga, una devoción carmelita de gran raigambre, está muy presente en la iglesia conventual de San José de Córdoba (San Cayetano).

La archicofradía de Nuestra Señora del Carmen tiene al Pequeño Rey entre sus titulares y protagoniza una procesión anual, que se desarrolla en el mes de mayo.

La hermandad de Jesús Caído, con sede en este mismo templo, echa la olfato a espaldas en un flamante artículo en el número 11 de su boletín ‘Cecidit’ a la historia de la veneración de esta imagen de Praga, que se extendió por todo el mundo.

La imagen primitiva del Milagroso Impulsivo Jesús de Praga, de la República Checa, fue realizada en madera recubierta de cera, data de porción del siglo XVI, según diversas fuentes, y tiene una categoría de 45 centímetros.

Hay quien apunta a que pudo pertenecer a Santa Teresa de Jesús, que tenía la costumbre de donar una imagen a cada uno de los conventos que visitaba, oportuno a su inclinación por Jesús y la contemplación de su infancia.

Este fervor lo sentían además, como recuerda el citado artículo, San Juan de la Cruz y posteriormente Santa Teresa de Lisieux, y otros Carmelitas Descalzos.

Se cuenta que Santa Teresa regaló la imagen a María Manríquez de Lara, una duquesa española que se casó con un extranjero en 1556. Pasado el tiempo, la hija de esta aristócrata, Polyxena de Lobkowicz, entregó la imagen en 1628 al convento carmelita de Praga que se encontraba en extrema pobreza, y comenzó a deleitarse de prosperidad.

La tradición dice que unos primaveras posteriormente el venerable Padre Cirilo de la Religiosa de Altísimo encontró la imagen dañada entre los escombros al ser el convento saqueado durante la supresión.

A este religioso se le apareció el Impulsivo Jesús en la iglesia de Santa María de la Conquista y San Antonio de Padua de Praga. Y le dijo «Cuanto más me honren más les favoreceré», y esa frase suele flanquear a todas las reproducciones que se hacen de la escultura.

En 1639 se considera que el Impulsivo Jesús de Praga salvó a su ciudad del asedio sueco. En 1641 se trasladó la imagen a una capilla de la iglesia, y una división más tarde, se llevó en procesión por todos los templos de Praga. En 1655 el prelado de Praga coronó la imagen.

Expansión

Entre finales del siglo XIX y XX la veneración al Impulsivo Jesús de Praga se extendió por todo el mundo y llegó a los países de Suramérica con los españoles y portugueses que cruzaban el océano Atlántico. Asimismo se le concha en la India, China, Filipinas y Norteamérica, gracias a la labranza de los misioneros.

Medio siglo de silencio padeció el fervor a su figura entre los primaveras 1939 y 1989 con los nazis y el comunismo, pero no obstante eran muchos los peregrinos que iban a rezarle.

En 1993 volvieron los carmelitas descalzos a la iglesia de Nuestra Señora de la Conquista y volvió la veneración al Impulsivo Jesús. En 2009 el Papa Benedicto XVI le ofreció una corona al Impulsivo Jesús como regalo y en su homilía dijo que Altísimo «mostraba su cercanía y inclinación a través de su ternura pueril».


Procesión del Impulsivo Jesús de Praga, el 12 de mayo


Archicofradía Carmen San Cayetano

En Córdoba su procesión congrega en el cortejo a otras hermandades de penitencia y popularidad, sus grupos jóvenes, el Carmelo Fresco, el Carmelo Seglar, el profesorado y los alumnos del colegio Doncella del Carmen, la comunidad de Carmelitas Descalzos. Cuenta con el compañía musical de la lado de cornetas y tambores de Caído-Fuensanta.

El Milagroso Impulsivo Jesús de Praga estrenó el pasado 12 de mayo en su salida por las calles de Córdoba una nueva capa bordada en oro sobre terciopelo rojo con motivos vegetales y salero conventual. Fue la ofrenda de unos hermanos que la adquirieron en un anticuario.

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