En un principio fue el Ayuntamiento de Riba-Roja el que vio la necesidad de impulsar un lugar de trabajo para los vecinos de la localidad y, hasta ahora, sólo había dos opciones: o Trabajar desde casa cualquiera ir a las ciudades en busca de oportunidades.
Además de todas estas funciones, el coworking rural es un escaparate para que los vecinos del pueblo conozcan de primera mano los diferentes servicios ofrecidos. Pilar Andrés, abogada y compañera de trabajo, nos explica que “al principio no entraba nadie y ahora vienen buscando abogados, algún informático”.
Coworking en España y Cataluña
Según datos de un estudio de CowoCat, el usuario típico de este tipo de centros Son mujeres con estudios universitarios.con unos ingresos de unos 25.000 euros al año y que trabajan en el campo tecnológico. Aunque el promotor del Coworking Riba-Roja d’Ebre nos dice que el El perfil del centro es muy “heterogéneo”.
Cataluña ya tiene 45 centros de trabajo compartido y el objetivo es incrementar el número de centros para dinamizar los pequeños pueblos y dar más oportunidades a las personas que optan por la vida rural.