El emocionado y doloroso remembranza de Mónica, la última víctima de la violencia machista, sacó ayer a la calle a decenas de personas en Castilla y Bizarro para secundar los minutos de silencio en las nueve provincias en homenaje de la mujer vallisoletana presuntamente asesinada a manos de su pareja. Concentraciones igualmente para apelar a la dispositivo en la lucha contra esta cicatriz y a la implicación de la sociedad en normal. Es en lo que coincidieron desde las movilizaciones citadas delante las diferentes administraciones: citar a la tarea «de todos» para apurar con este mal que en España ya ha segado la vida de 29 mujeres en lo que va de año y 1.273 desde que se ‘inauguró’ oficialmente esta estadística en 2003.
En Castilla y Bizarro, Mónica es la primera en 2024. Su restos, con un cuchillo clavado en el pecho y heridas presumiblemente de arsenal blanca en otras partes del cuerpo, lo encontraron los Bomberos tras sofocar un incendio en la calle Sisón, en el morería vallisoletano de Pajarillos, sobre las 8.20 de la mañana del lunes. Su supuesto cruz y pareja, Juan Carlos S. M., igualmente de 49 primaveras, fue detenido esa misma tarde a 400 kilómetros, en Vigo. Ya está en la Comisaría de Policía de Valladolid a la prórroga de suceder a disposición jurídico apurando el plazo. Con historial psiquiátrico y circunstancias por delito de atentado a la autoridad, según confirmaron a Ep, es posible que tenga que retornar al calle en el que al parecer acabó con la vida de su mujer, adicionalmente de prender fuego a la vivienda, en la que igualmente perecieron los tres perros de la víctima, para reparar los hechos.
Con ese remembranza nuevo del amargo despertar de esta semana, cargos de desigual signo político al frente de las concentraciones institucionales recalcaron su deseo de que no haya más mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas. Minutos de silencio «para denunciar y rehusar toda la violencia machista», subrayó la ministra de Igualdad, la vallisoletana Ana Sin rodeo, quien se sumó la convocada delante la Delegación del Gobierno en Castilla y Bizarro, en Valladolid.
Lo hizo para mostrar el «radical rechazo a este crimen. Uno más, lamentablemente, terriblemente», pero delante el que Sin rodeo quiso «editar un mensaje de esperanza» pese al «momento duro, tremendamente difícil» de otra crimen violenta. Y es que, justificó la ministra, «se pude combatir», actuando desde un «triple frente». En primer superficie situó el plano institucional, abordando, dijo, «conjuntamente» leyes e instrumentos, entre ellos Viogen, una útil que la ministra insistió en defender que «funciona». «Los sistemas funcionan. Salvan vidas», subrayó la titular de Igualdad, quien cifró en 4.527 las mujeres en Castilla y Bizarro bajo el amparo de Viogen. De ellas, puntualizó, 2.903 cuentan con protección policial. «Hay muchísimas mujeres que hoy pueden proceder más tranquilas precisamente porque están bajo el sistema de protección», recalcó, a la vez que valoró que desde que hace vigésimo primaveras entró en vigor la ley «se han escaso en un 30% el número de asesinatos». La segunda pata la situó en los entornos de las víctimas, pues «es necesario que sean conscientes de que su denuncia es fundamental».
«Muchas veces no se puede exigir a las mujeres que sufren esa tortura, esa violencia, ese aislamiento al que le somete la pareja machista, pero sí a sus entornos», llamó Sin rodeo, quien apuntó que precisamente el caso de Valladolid es uno de «violencia no denunciada».
En tercer superficie, apuntó «a toda la sociedad», que debe «estar concernida» y ser «necesariamente cómplice de liberar vidas». «Necesitamos que se implique todavía más», aseveró.
En la misma convocatoria, la jefe de Servicios Sociales, Esperanza Vázquez, adicionalmente de condenar igualmente la crimen de Mónica, recalcó el «firme compromiso» de la Comité de Castilla y Bizarro para «erradicar la cicatriz de la violencia machista» y reivindicó la «coordinación» entre administraciones, adicionalmente de solicitar la «implicación de toda la sociedad» para que no vuelvan a repetirse en el futuro casos como éste.
Adicionalmente, puso a disposición de la grupo de la víctima la «amplia red de fortuna» de amparo psicológica o jurídica de la Filial autonómica. Una hora ayer, en la Plaza Anciano, a las puertas del Concejo de Valladolid, su corregidor, Jesús Julio Carnero, próximo a miembros del resto de fuerzas políticas, igualmente secundaba un minuto de silencio para clamar contra «la injusticia, la barbarie y el tormento» de la violencia de naturaleza. Para, dijo, «denunciar esta situación que a todos nos tiene el corazón enganchón». Un mal, añadió, contra el que «todos debemos combatir». El regidor lamentó «un hecho tan dramático, tan lamentable e injusto» como el que acababa con la vida de la vecina de Pajarillos Altos y llamó a sacar a la luz estas situación «con ímpetu y sin evasivas». Se negociación, sostuvo, de un «crimen fruto de la violencia de naturaleza que todos queremos eliminar en este país». Y se mostró convencido de que «en ese objetivo estamos llamados todos, tanto a la sociedad civil como al conjunto de las administraciones públicas, a trabajar de modo conjunta para apurar con esta barbarie, con esta sinrazón, con esta injusticia, con la violencia de naturaleza, con los asesinatos que se están produciendo de las mujeres en circunscripción franquista». Y garantizó que desde el Concejo seguirán trabajando «en aras a esa lucha» en «corresponsabilidad» con el conjunto de administraciones públicas y las asociaciones.
Los minutos de silencio en remembranza y condena por la crimen Mónica se sucedieron igualmente delante las delegaciones territoriales de las otras ocho provincias, así como frente a la Diputación de Valladolid y las Cortes de Castilla y Bizarro, con su presidente, Carlos Pollán, al frente.