La influencer británica Chloe Lopez capta la atención de los internautas con su cuestionada costumbre de ir dejando la ropa interior -que se quita in situ en cualquier sitio público- y acaba de dejar su peculiar impronta en un destino turístico repleto de turistas en estas fechas, Denia (Alicante).
La ocurrencia ha sido ‘adornar’ (por decirlo de alguna forma) una estatua del pecho del tenor Antonio Cortis con unas bragas, con un más que dudoso concepto de respeto al arte escultórico.
Como siempre, Chloe Lopez ha fotograbado y difundido las imágenes de su entusiasmo, en la que se ve la soltura y ligereza con que se desprende de la prenda, con la maña que ha adquirido, y parece que por otra parte de conseguir detractores, además la respaldan otros, porque el vídeo ha cosechado cerca de 1.500 ‘me gusta’ en Instagram.
Separado de mancillar la memoria del cantante nacido en esta ciudad alicantina, esta influencer ha suscitado múltiples comentarios críticos a posteriori de depositar una tanga suyo que igualmente llevaba puesto en el estante de un supermercado, por otra parte adjunto al pan.
En este caso, más allá de la estética, los reproches se refieren a la higiene, máxime cuando el resto de clientes del establecimiento están obligados lógicamente a utilizar pinzas y no tocar directamente los alimentos no envasados, una precaución para las infecciones que se convierte en ridícula comparada con la entusiasmo de Chloe Lopez.
«Obscena enfermedad», «insalubre», «grotesca», «guarra», «cerda» o «frenopática» son algunos de los términos con los que la califican los internautas en redes, en varios idiomas, porque su polémica se ha hecho virulento, obviamente su objetivo.