La investidura de Sánchez, a subasta


Pedro Sánchez necesita el sí expreso de hasta seis organizaciones diferentes -Sumar, Junts per Catalunya, ERC, Bildu, PNV y BNG- para jurar como presidente del Gobierno. Una reedición de la mayoría ‘Frankenstein’ que tiene una importante excepción: en este caso ya no sirve la abstención del partido del fugado Carles Puigdemont, que viene aumentando la presión sobre los socialistas en las negociaciones. Los de Junts per Catalunya No son las únicas reclamaciones que tiene que abordar Sánchez si quiere volver a Moncloa. El resto de grupos reivindican también la fuerza que les da la necesidad del líder socialista de contar con el apoyo de sus diputados para exigir todo tipo de indemnizaciones.

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Solicitudes divididas

La líder de Sumar, Yolanda Díaz, ya ha trasladado al rey Felipe VI su intención de apoyar la investidura de Sánchez durante la ronda de contactos celebrada a finales de agosto. “El pueblo votó bien, no se le puede obligar a ir a unas elecciones repetidas”, afirmó Díaz. De hecho, en la práctica la formación consiste en desarrollar una Papel importante en las negociaciones con JuntsEl líder del partido se reunió con Puigdemont en Bruselas y ha exigido al PSOE que llegue a un acuerdo entre ambos para formar un gobierno de coalición.

Sin embargo, Podemos, integrado en Sumar desde las elecciones del 23J, intenta establecer un perfil propio, provocando Tensiones dentro del espacio mismo.. En ese sentido, la secretaria general del partido, Ione Belarra, ha reclamado a Irene Montero, purgada de las listas de Sumar de cara a las últimas elecciones, que continúe como ministra de Igualdad en un futuro Gobierno de coalición.

Juntos por Cataluña

450.000 millones de euros

Más allá de la concesión de la amnistía a los procesados ​​por el ‘procés’, que Junts ha establecido como condición mínima para apoyar la investidura de Sánchez, el partido de Puigdemont ha subido el precio de sus votos en las últimas semanas, exigiendo la condonación de una “deuda histórica” del Estado con Cataluña, que una comisión del Parlamento ha estimado en 455.900 millones de euros. En el mismo paquete, el independentismo ha reclamado el traspaso de competencias para crear una Agencia Tributaria de Cataluña para que la Generalitat pueda recaudar sus impuestos.

Además, aunque Junts aún no ha hecho una petición explícita al PSOE en el marco de la investidura, no ha renunciado a la vía unilateral, con la autodeterminación en el horizonte. La portavoz del partido en el Congreso de los Diputados, Míriam Nogueras, aseguró la semana pasada en el hemiciclo que el momento de “hablar de autodeterminación” será dentro de “unas semanas”.

Izquierda Republicana

Al rebufo de Junts

De forma similar a lo que ocurre en el País Vasco, ERC y Junts luchan por capitalizar los beneficios que logran extraer en las negociaciones con el PSOE de cara a la sesión de investidura. Sus demandas son muy similares, aun así, a pesar de que ambos han establecido el tema de la amnistía como una “línea roja”, los de Oriol Junqueras han intentado diferenciarse del antiguo espacio convergente reivindicando este sábado el proyecto de ley de amnistía que impulsaron en 2021. «Venimos trabajando en ello desde hace mucho tiempo. “El trabajo está hecho”, afirmó la portavoz de ERC, Raquel Sans, durante una entrevista en el programa ‘Faristols’ de Radio 4.

Opera en el mismo marco que el anterior. Reclamación por el traspaso de competencias sobre Rodalies, el tren de cercanías catalán, a la hora de dar apoyo al PSOE. Además, aprovechando la polémica generada en torno a la convocatoria de la selección española de fútbol femenino, el independentismo ha puesto sobre la mesa una modificación de la Ley del Deporte para acabar con la obligación de acudir a las convocatorias de la selección.

EH Bildu

La nación vasca

Tras haberse declarado abiertamente a favor de la investidura de Sánchez por la necesidad de “echar a la derecha”, Bildu no ha concretado su reclamación de indemnización alguna. Avances para la clase trabajadora y la Ley de Vivienda fueron dos de sus proclamas más escuchadas durante la campaña electoral del 23J. sin embargo, el Cuestión subyacente que persigue la formación nacionalista. Es la reivindicación de la nación vasca con la apertura del debate territorial. Así lo confirmó este domingo la portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, en un llamamiento a “reconocer las naciones del Estado”.

Por su parte, el PNV busca las transferencias pendientes del Estado con el País Vasco. La guinda del pastel para los pensionistas, la competencia por la Seguridad Social. Esto está dentro de un pacto de mínimos, ya que Andoni Ortuzar y Aitor Esteban, presidente del Euzkadi Buru Batzar y portavoz del PNV en el Congreso, también quieren incidir en la cuestión territorial, planteando la desarrollo de una convención constitucionallo que privilegia a las denominadas comunidades históricas (Cataluña, Galicia y País Vasco) sobre las demás.

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