Pablo Carrión, el guardia civil que atrapa con ‘El eco del sueño’


Pablo Carrión viste de verde en su trabajo desde 1994, cuando ingresó en la Institución de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada. Pasó por Seguridad Ciudadana ayer de impresionar al Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) en 2005. Posteriormente de varios destinos, comenzó a patrullar desde Los Yébenes en 2011, y allí continúa.

Remiso al principio a mezclar públicamente su condición de pareja civil con su hobby, ha necesario 18 meses para dar el paso y aceptar el manopla que torrevieja news today le lanzó en febrero de 2023. Porque, por otra parte de meritorio, Carrión escribe. Es el autor de ‘El eco del sueño’, que lo encuadra internamente de un «thriller comprobado y de ficción». Va por la tercera impresión ampliada, que incluye un capítulo inédito, titulado ‘Hilda’, que estará incluido en la segunda parte, ‘La oración del penitente’.

Asegura que no tenía ninguna pretensión de transmitir esta novelística, pero que le convencieron su esposa, Noelia, y una buena amiga, Paula. Y está muy agradecido a sus lectores porque le han permitido mostrar «la imaginación de mi sueño rebuscado». Una novelística de suspense creada por un disertador de muchos géneros, que tiene en el ocultación y la intriga sus preferidos.

Asesinato, codicia y sueños

Con ilustraciones interiores de Rodrigo Gamarra, ‘El eco del sueño’ brotó en la pandemia, «por distracción y entretenimiento», admite su autor: «Me propuse dar rienda suelta a mi imaginación y crear una historia que saliese de los estereotipos convencionales». Pero no quiere dar ninguna pista sobre por qué eligió ese título. Si quizá, deja caer una frase «muy gráfica» que se encuentra en el interior de la novelística: «Esas ideas absurdas e increíbles nos las creímos».

Por lo menos sí suelta prenda cuando se le pregunta de qué va su novelística: «Una novedosa y trepidante historia donde la homicidio, la codicia, los sueños y los sentimientos más profundos del ser humano se dan cita para formar un puzle perfectamente ensamblado, lo que hace que el disertador la viva en carne propia». Porque, afirma, los personajes están dotados de suficiente carga emocional para surtir al disertador en tensión hasta las últimas páginas. Pero de los giros… «de los giros, mejor no hablo. Me acojo a mi derecho a no determinar».

«De los giros de la novelística, mejor no hablo. Me acojo a mi derecho a no determinar», dice el autor, que la escribió para no ser publicada

Sus lectores alaban su jerigonza y la novelística, «rica en detalles y fluida». Según Carrión, su novelística es «un manantial propio y acreditado» que «huye de tópicos y se diferencia por su impresionado carácter». «Sin ser ordinaria, es afable y desenfrenada, así como explícita y pétrea con los sentimientos de sus personajes». Asevera igualmente que esta «inusual historia no está sujeta a los estándares y cánones de modas actuales que puedan dictar las editoriales». «Y todo esto es por una sencilla razón», añade: «No fue escrita para ser publicada. Se escribió para escudriñar en mi hobby y crear una trama de cosecha propia, remotamente de cualquier similitud a otras de su naturaleza».

No sabe reponer con certeza si su trabajo en el Seprona le ha podido ayudar a documentarse. «Cierto es que he tenido diferentes destinos, he conocido a muchas personas y, por ende, he vivido experiencias de todo tipo. Pero la imaginación es vacuo, y esa es mi principal fuente de inspiración».

Con esta novelística ya en el esportón, se ríe cuando se le pregunta si en ocasiones ve muertos, como le sucede a Cole, el párvulo de 9 abriles en la película ‘El sexto sentido’. «Lo que veo con cierto asombro es que ‘El eco del sueño’ no deja indiferente a quien se aventura a descubrir esta novelística. He descubierto que la disfrutan tanto los lectores jóvenes como los más veteranos. Y he rematado aunar a dos corrientes muy diferenciadas: la del naturaleza del ocultación y a los amantes de la ficción».

Relata que de eso se ha transmitido cuenta al personarse como invitado a festivales y eventos de novelística negra y a convecciones de ficción, como ‘Cifimad’ en Fuenlabrada (Madrid). En uno de ellos conoció en persona al escritor Lorenzo Silva. Fue en el acto que el congregación Literaty organizó el año pasado en ‘Ocultación en Illescas’. El agente del Seprona se llevó el primer premio y pudo reconocer a Silva en privado la «buena cultivo» que ha realizado con sus personajes Chamorro y Bevilacqua: «Ha dotado de humanidad a los que formamos parte de la Guripa Civil».

No pasarse la parada

Carrión volverá a la segunda impresión de ‘Ocultación en Illescas’ el 9 de noviembre, pero esta vez con un encargo: «Que sea quien organice una trama, tipo las novelas de Agatha Christie». Ya tiene el título, ‘El crimen de la chica que fotografiaba veletas’, y será presentado por la escritora Elisa María Fernández.

En este punto, palabra de nuevo de sus lectores y rescata una crítica de ‘La editorial secreta’ sobre su novelística: «Un compendio diferente. Creo que esa ha sido una de las claves de mi anexión a sus páginas. Se convirtió en mi compañero de alucinación en transporte manifiesto. ¡Hasta me he obligado a guardarlo por miedo a pasarme de parada!».

Pero la segunda parte de ‘El eco del sueño’ está aparcada «temporalmente». Porque, entre patrulla y patrulla, Carrión está trabajando en un entrenamiento. Este nuevo plan arranca tras vencer en las pasadas navidades un certamen rebuscado con su relato ‘La voz de la adolescencia’. En él fija la observación en las mujeres que sufren el maltrato en silencio, en la más absoluta intimidad. «Es mi deseo atracar esta achaque desde otra perspectiva, una muy diferente. Y para lograrlo quiero contar con profesionales de primer nivel.

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