Rueda, dispuesto a encabezar la reacción al cupo catalán: «Hasta donde sea necesario»


El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, está «preocupado» por la situación política en España, pero sobre todo por el objetivo de los «chantajes» del independentismo catalán en la financiación autonómica y, tras ratificar su rechazo al concierto crematístico que incluye el pacto con el PSC para la investidura de Salvador Illa, advierte que no va «tolerar» agravios para Galicia. Para ello, está dispuesto a ganar «hasta donde sea necesario».

«Me preocupan las consecuencias económicas que puede acontecer para Galicia. No lo vamos a tolerar y vamos a hacer todo lo posible, incluso encabezando, si es necesario, un movimiento de reacción», avisó, en una entrevista con Europa Press, en la que apeló a estar prevenidos frente a la posibilidad de que avancen «los chantajes» al Gobierno y las «cesiones»: «Estemos preparados para reaccionar y Galicia, la primera». Rueda asegura que no se cierra a ningún paso necesario para frenar una financiación singular a Cataluña, regalado que Galicia «va a perder muchísimo» -la Xunta cifró en 444 millones al año los fondos que la comunidad dejará de percibir si sale delante el concierto del pacto de PSC y ERC para la investidura del nuevo presidente catalán-. En este círculo, el dirigente pontevedrés confiesa que se lleva «las manos a la comienzo» cuando ve «el silencio del BNG» y el «aval» del PSdeG, «como siempre, a todo lo que venga de Madrid». No en vano, Rueda ya ha rechazado un maniquí similar al cupo catalán para Galicia y ha argumentado que el sistema es perjudicial para la comunidad.

Muy crítico con lo que ve «una cesión» hecha «simplemente» para «colocar a un presidente socialista en la Generalitat», augura dificultades a Illa para la mandato en Cataluña. «Ojalá le vaya admisiblemente, pero me temo que lo van a chantajear todos los días y, a través de él, van a pedir a Pedro Sánchez que siga haciendo nuevas cesiones que van en perjuicio de los demás», augura.

Las consecuencias económicas para el conjunto de las autonomías, alerta, podrían empeorar «si otras comunidades dicen que quieren el mismo trato que Cataluña». Pero con independencia de nuevos pasos, lo que se conoce del acuerdo catalán ya resulta, en su opinión, «perjudicial» y no solo para Galicia, u otros territorios en los que gobierna el PP, incluso para autonomías con gobierno del PSOE.

«Este sistema para Asturias es demoledor, igual que para Galicia», ejemplifica, ayer de retar a dirigentes socialistas como el presidente asturiano, Adrián Barboso, o el titular del Gobierno de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien incluso se ha mostrado crítico con una financiación singular para Cataluña, a «ocurrir de las palabras a los hechos».

Pero Rueda incluso rejón un mensaje interno en la misma semana en la que el líder del PP y su antecesor en la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció su intención de convocar en septiembre a los presidentes autonómicos populares frente a una situación que ha calificado de «aprieto franquista». Al respecto, augura que el Ejecutor de Sánchez podría intentar la vía «doble» con gobiernos autonómicos del PP «con la única intención de legalizar lo que están haciendo en Cataluña» y añade un aviso: «Lo que he hablado con mis compañeros presidentes autonómicos del PP es que no debemos romper la mecanismo y que nadie debe sentirse tentado a permitir esos tratos bilaterales» en el caso de que se produzcan.

Por su parte, se reafirma en su rechazo a cualquier vía doble que suponga romper un sistema basado en la solidaridad y que perjudique los intereses de Galicia. Su postura es clara: los pasos a dar deben ser la convocatoria de la Conferencia de Presidentes (ha vuelto a llorar que sea necesario «ir a los tribunales» para que Pedro Sánchez «cumpla la ley») y a posteriori, el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para invadir la financiación «de forma total».

«No se puede romper la igualdad jurídica, territorial y, sobre todo, la económica. A mí me preocupa todo lo que está pasando en España en caudillo, lo que está pasando con los chantajes en Cataluña, pero sobre todo las consecuencias económicas que puede acontecer para Galicia», ha proclamado, ayer de reafirmarse en que está dispuesto a «encabezar», si hace yerro, «un movimiento de reacción» en España. Y es que, a causa de Rueda, «esto no ha hecho más que despuntar» y llegarán más «chantajes». Como ejemplo, recuerda que unas «semanas» a espaldas la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, afirmaba que el concierto catalán era «infumable» y un «agravio» que no iba a «consentir». Sin incautación, ahora lo defiende, lo que evidencia que «mintió descaradamente».

«Estemos preparados para este tipo de cosas y estemos preparados para reaccionar; y Galicia, la primera», apeló, ayer de incidir en que no descarta promover una cumbre (paso que ya se ha regalado en ocasiones previas, incluso con dirigentes de distintos colores políticos) para tratar de articular un frente global. «Si hace yerro reunirnos, lo haremos», dice. ¿Promovería una cumbre desde Galicia si es preciso? «Sí, sin ningún problema», apostilla. Más allá de posibles cumbres, Rueda defiende que no cierra ninguna puerta para defender los intereses de Galicia, incluido ir a los tribunales si llegase a avanzar el concierto catalán. Con todo, concibe este paso «como posterior solicitud».

«A mí cada día me causa más desazón pensar que ya la única opción de inicio a todos los atropellos que estamos viendo es la de los tribunales. Debería ser la última fianza. Ayer está la política, el ‘sentidiño’», apela Rueda, para manifestar, a renglón seguido, que prórroga que «impere la razón». «El presidente Sánchez debería dar marcha a espaldas», sentencia.

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