Agosto roza el récord de temperatura media más alta y suma la tercera ola de calor al verano 2024


La primera quincena de agosto ha dejado en Córdoba títulos meteorológicos que, si acertadamente, por el momento, no han desbancado al récord extremo de temperatura máxima absoluta para este mes, sí que anotan ya registros que están significativamente por encima de los considerados como ‘normales’.

Así, los vaticinios de los expertos del tiempo no han errado y los ‘calores’ de agosto, sumados a los de julio y los que están por lograr en septiembre, dejarán un verano poco benévolo en la provincia.

El mercurio ha estado por encima de los 40 grados prácticamente la medio de los primeros quince días de este mes, siendo la trayecto más cálida (datos del Observatorio del Aeropuerto) la del 7 de agosto, con 41 grados. Pese a tener obligado a activar la alerta naranja tanto ese día como el resto de los calificados de detención peligro, el mes de agosto de 2023 fue mucho peor. De hecho, fue el que registró más máximas por encima de los 40 grados: en concreto, quince días (el récord estaba en 14 que se dieron en 2003 y en 2017).

De hecho, la temperatura media de agosto de 2023 en la España peninsular fue 1,8 ºC superior a la media del periodo de relato (1991-2020), conviertiéndolo en el más cálido de la serie histórica iniciada en 1961, según la Agencia Estatal de Meteorología. Comparte el primer puesto con el octavo mes de 2003, mientras que en segundo lado está el de 2022.

Con todo, sobrellevar este agosto de 2024 no está siendo falta claro; más teniendo en cuenta el mes precedente, un julio en el que ha habido en Córdoba dos olas de calor y que se cerró con 11 jornadas en las que el mercurio llegó a los temidos 40 grados.

Este aumento paulatino de las temperaturas es consecuencia de una rapidez del cambio climático, poco que demuestra el hecho que seis de los veranos más calusosos desde hay registros (en todo el planeta) se han transmitido entre 2016 y 2023, con cifras récord en 2022 y 2023 ;este 2024 igualmente va camino de sumarse como otro control más afectado por la subida anómala del mercurio.


Lemures del Zoo de Córdoba tomando un helado de fruta para refrescarse


Efe

Por el momento, el octavo mes del control en curso ha registrado el tercer azote extremo de la canícula en lo que va de verano los pasados días 9, 10 y 11, con avisos por peligro extremo y máximas que marcaron 40,3; 40,8; y 40,6 en la ciudad, respectivamente. No obstante, la peor parte se la llevó, como suele ser ya habitual, el municipio cordobés de Montoro: durante la trayecto del sábado 10, la villa del Parada Guadalquivir vio subir el mercurio hasta los 43,7 grados.

Otro cifra a destacar de agosto en la provincia es relativo a la temperatura media: hasta la momento (yerro aún otra quincena) ha estado por encima de los títulos registrados con antelación.

Con los indicadores de este control, la temperatura media ha llegado a los 29,5 grados. Eso sí, aunque se supera el valencia habitual para un mes de agosto en la provincia, que está en los 28 grados, no es un registro de récord en la ciudad, aunque sí es cierto que se acerca al valencia «extremo» de la serie histórica, que se dio en 2018, cuando se alcanzaron los 30 grados.

43,7 grados
Ha sido la máxima registada en la provincia en lo que va de agosto, concretamente, en el municipio de Montoro

Por otro banda, igualmente se ha superado la media de las temperaturas máximas que normalmente se alcanzan a lo desprendido de este mes, que es de 36,5 grados: este año, por el momento, ese valencia ha llegado hasta los 39 grados, según los registros de la Aemet.

A pesar de ser ingreso, no se ha apurado el récord al que Córdoba llegó el verano pasado, con una media de las máximas de 40,1 grados.

El examen de los indicadores de la Agencia Estatal de Meteorología igualmente pone el foco en la media de las mínimas. La habitual para un mes de agosto en la renta es de 19,4 grados centígrados. En este caso, han sido relativamente altas, aunque no excepcionales. En concreto, se han registrado ocho noches seguidas en las que las mínimas no ha bajado de los 20 grados (la media está ahora en 20 ºC).

Noches de pesadilla

Merece la pena detenerse en el aberración de las jornadas nocturnas tropicales que se han transmitido en esta quincena. Concretamente, porque la renta padeció el domingo 11 de agosto la tercera incertidumbre más sofocante de todo 2024, que hizo prácticamente inverosímil conciliar el sueño. Los datos del Aeropuerto de Córdoba no dejaron lado a dudas: pese a la caída del sol, el mercurio no bajó de los 22,6 grados, que se registraron a las 8.00 horas.

Encabezan la inventario de las madrugadas más tórridas de este 2024 dos de julio: la del día 29, con mínimas de 26,1 ºC; y la del 30, con 23,3 grados, dos noches de auténtica pesadilla.

Esta afectación del sueño por el clima veraniego se está convirtiendo en un problema de salubridad pública; las dificultades para descansar por las altas temperaturas debilitan las defensas del organismo, aumentando así el peligro de sufrir infecciones, de lograr a padecer un ictus o de sufrir enfermedades respiratorias, por otra parte de agravar algunas patologías crónicas pulmonares y cardiovasculares.

Y es que las madrugadas asfixiantes impiden que el cuerpo se enfríe y se recupere del calor matinal, lo que aumenta el peligro de padecer las citadas afecciones. No se han dilucidado todos los mecanismos bioquímicos y fisiológicos por los que la privación del sueño afecta a la función inmunitaria. Algunos están relacionados con cambios en la producción de citoquinas (moléculas de señalización inmunitaria) y con cambios en las hormonas del ritmo circadiano (cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta un cuerpo en 24 horas).

Muertes por calor

Por ello, las altas temperaturas mantienen en alerta a las autoridades sanitarias por los riesgos que tiene para la salubridad, sobre todo, para los colectivos más vulnerables: a lo desprendido de todo lo que llevamos de verano, han causado la homicidio de al menos ocho cordobeses. Así aparece reflejado en el final mensaje del sistema de vigilancia MoMo del Instituto Carlos III, dependiente del Empleo de Sanidad, creado para monitorizar los excesos de mortalidad en España que puedan causas olas de calor, períodos de frío o epidemias.

Así, del 1 al 31 de julio, el MoMo ha contabilizado 7 decesos «que son atribuibles a temperatura». En lo que llevamos de agosto se ha notificado una homicidio. Este sistema de vigilancia no detalla las causas, pero se sabe que esta mortalidad no viene provocada principalmente por golpes de calor, sino por patologías previas que se ven agravadas en el periodo veraniego.

Durante el pasado verano la guarismo de fallecidos fue anciano. En total murieron por circunstancias atribuibles a las altas temperaturas un total de 19 cordobeses desde el 21 de junio (inicio de la temporada veraniego) hasta el 20 de agosto.

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