Una ONG de Burgos que trabaja en el Congo pide financiación para una máquina de PCR que detecta de forma prematura la ‘viruela del mono’


Castilla y Bizarro podría financiar la adquisición de una máquina de PCR que detecta de forma prematura en humanos la nueva cambio de ‘viruela del macaco’ en el Congo, una de las zonas cero del mpox, con la que se podrían redimir miles de vidas tanto en África como en Europa, entregado que en el añejo continente habría una experiencia de la que tomar ejemplo. Adicionalmente, este dispositivo permitirá el estudio de esta enfermedad.

Los impulsores de esta iniciativa son los miembros del Plan Rubare-Fundación Kivu-Jambo, una oenegé burgalesa que trabaja en esta zona desde primaveras y que, en esta ocasión, ha unido fuerzas con el Centro de Investigación en Ciencias Naturales de Lwiro, cuyo director veterinario es el andaluz Luis Flores, y en el cual se estudian las evoluciones de las enfermedades de transmisión entre humanos y primates. Se prostitución de un espacio que procede de la época colonial belga y que desde 2021 cuenta con un laboratorio de lozanía general para dictamen de enfermedades de humanos, primates y de tipo natural.

Esta colaboración se inició hace tres meses, mucho antiguamente de que la expansión en África de una nueva cambio aparentemente más mortal de la viruela del macaco (rebautizada como mpox) haya llevado este miércoles a la Estructura Mundial de la Sanidad (OMS) a resolver la emergencia de lozanía pública de importancia internacional (la segunda vez que el organismo activa el mayor nivel de alerta por esta enfermedad y la octava en la historia).

En este sentido, el presidente de la oenegé burgalesa, Tomás Martínez, explicó a Ical que fue antiguamente del verano cuando surgió la iniciativa, una vez que la Sociedad de Castilla y Bizarro presentó una nueva modalidad de ayudas a la cooperación al avance, englobada en microacciones, siempre que contara con la colaboración de empresas o de pequeños municipios. Plan Rubare ya ha entregado el paso y está a la dilación de que el Gobierno regional conceda la subvención, que parece podría estar encaminada pero aún no es una ingenuidad.

«Esta ayuda es nueva y nosotros ya nos hemos presentado a ella», abundó Martínez, quien desveló que cuenta con la colaboración de la empresa burgalesa de automovilismo Inertim, de caudal chino, cuyo director común es el burgalés Francisco Martínez. Esta firma aportará 5.000 euros en el situación de las condiciones que ponía la Sociedad, es sostener, que la empresa o la pequeña entidad municipal colaboraran con un diez por ciento.

Este centro situado en la ciudad de Lwiro es el encargado de recuperar casi todos los primates que son detectados en las aduanas y los mercados, porque es «ilegal venderlos y llegan la mayoría con muchos problemas». Cuentan con un centro de tuberculosis, otro de detención de enfermedades tropicales y sobre todo un tercero de contagio entre humanos y animales, aunque han puesto el foco en los primates, frente a las infinitas colonias que existen en el Congo de esta especie.

La colaboración entre Plan Rubare, Fundación Kivu-Jambo y este centro de investigación es ya antigua. De hecho, otros dos burgaleses trabajan con Luis Flores, un organismo al que la los castellanos y leoneses han aportado mascarillas y otro tipo de maquinaria, encima de ayudas económicas.

Creció la alerta

Precisamente, en el situación de esa buena sintonía, el centro contactó con la oenegé hace tres meses de nuevo para informar de que cada día había más casos de ‘viruela del macaco’ y que esta nueva variedad era «muy contagiosa y mucho más mortal que las anteriores». «Nos llamaron para concurrir a alguna ayuda. Y fue ahí cuando solicitamos hace tres meses a la Sociedad esta financiación», comentó Martínez, quien confió en que finalmente sí sea concedida.

Hasta el momento nadie ha podido financiar esta máquina, que tiene un coste de en torno a de 35.000 dólares, más otros 10.000 euros, aproximadamente, de todos los reactivos y componentes necesarios para poder hacer las pruebas. Esta aparejo que se adquiriría con esta ayuda permite detectar este virus mediante PCR. Actualmente, el «problema del centro» es que tenían que expedir las muestras para analizarlas «a cientos de kilómetros y que les respondieran si verdaderamente era el virus o no», pero «aquí no hay carreteras y es una zona con una supresión a 60 kilómetros».


Una persona contagiada con mpox en el este de la República Democrática del Congo


Leandre Murhula / ICAL

Esta máquina, que se compraría con la subvención de la Sociedad y la colaboración de Inertim, «desvela al cien por cien el virus». «Sería muy importante para África, pero incluso para Europa, porque estamos en el corazón de donde se ha detectado esta enfermedad. El hecho de podamos detectarla en una período muy precoz será una forma de redimir vidas y que cuando llegue a Europa, que ya hay casos, como en Suecia, puedan trabajar con una pequeña experiencia, pasando los datos de toda la investigación que se está haciendo en el Congo», apuntó Tomás Martínez a Ical.

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