La delincuencia veraniego tiene la mira puesta en varios tipos de infracciones que, durante el verano, resultan más fáciles de ejecutar. Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de Córdoba advierten a la ciudadanía para que tome las medidas preventivas que eviten a los cacos hacer su agosto y no amarguen a las víctimas sus recreo.
Según fuentes policiales, los delitos más comunes durante estos meses son los hurtos (en comercios y por parte de carteristas), robos en viviendas y los fraudes por internet.
Según datos del Servicio de Interior, los hurtos en verano en España suponen un 26,2 por ciento del total anual y, en 2023 superaron la sigla de los 170.000 casos. En la provincia de Córdoba ascendieron a 6.751.
Cerca de diferenciar dos tipos de sustracciones al descuido que suelen proliferar en verano. Por un flanco, las protagonizadas por carteristas que aprovechan las aglomeraciones para hacerse con el trofeo. En estos escenarios, en los que los turistas suelen ser las víctimas preferidas, actúan piqueros’, ‘bolsilleras’ y ‘muletas’ -ladrones que utilizan distintas técnicas-. La Suburbio cordobesa suele ser uno de los lugares en los que ‘ejercen’ estos delincuentes. Su ‘modus operandi’, según advierten los comerciantes de esta zona, pasa por situarse detrás de los turistas que generalmente van siguiendo a un capitán y en familia. Colocan un pañuelo cerca del bolsa o el saquillo de su objetivo mientras introducen la mano para sustraer la billetera o el monises.
La recomendación para no zanjar desplumado es sencilla: sostener las pertenencias fuera del gravedad de estos carteristas colocándose el bolsa delante o las mochilas y no soportar nadie en los bolsillos al que tenga llegada estos ladrones.
Sustracciones en comercios
El otro tipo de hurto que todavía se multiplica de junio a septiembre es el que se registran en los establecimientos comerciales. La Policía y la Confederación Española de Comercio recomiendan en una capitán los pasos a seguir para no ser uno más en la registro de los cacos. Medidas como «acogerse a empresas y personal de seguridad privada debidamente habilitados por la Policía Franquista»; nunca solucionar claves, ya que una de las vías de llegada a los establecimiento para los delincuentes «será́ tratar de examinar los códigos de desbloqueo» o instalar sistemas de protección mecánicos o electrónicos en los artículos que están en liquidación, pueden ayudar.
Asimismo durante el periodo vacacional se incrementan los robos en viviendas. Siguen un patrón más o menos fijo durante el año: de enero a junio se mantienen estables;suben en verano y posteriormente, vuelven a desmontar. Y prefieren llevar a cabo sobre seguro, marcando los domicilios que están vacíos «con testigos de plástico», indican fuentes de la Policía.
En estos casos, antiguamente de marchar de recreo, es fundamental cerrar siempre la puerta con interruptor, incluso si solo se sale por unos minutos, para evitar el llegada mediante el método del resbalón. Encima, nunca hayq eu esconder las llaves en el hendidura, macetas o cajas de contadores; ni dejar las persianas completamente cerradas.
Timos en la red
El tercer delito ‘fortuna’ del verano es la estafa ‘on line’. En este periodo aumentan las reservas vacacionales en internet, lo que suelen emplear los delincuentes para timar a los más incautos. El phishing es uno de los métodos más utilizados para obtener información de la víctima a través de correos electrónicos, SMS, redes sociales o correo instantánea, suplantando la identidad de páginas de servicios conocidos, instituciones o entidades financieras.
En este caso, según apunta la Policía, las contraseñas y las claves, un caudal para los estafadores, no hay que compartirlas nones y se deben cambiar cada cierto tiempo.