“Aquí a compañía está asegurada”



La “Casa do Maior” de A Teixeira comenzó con una sola persona, pero el boca a boca y el buen servicio pronto hicieron intención, y hoy ya tiene las cinco plazas cubiertas.

Tere González cree que se tendrían que revisar los pagos, ya que “van superlentos e a comida debían valorar que sete euros é moi axustado”.

En mayo de este año, Tere González logró materializar su sueño al rajar la primera Casa do Maior en el Concello de A Teixeira, un pequeño municipio en el corazón de la Ribeira Sacra. Aunque no es oriunda del emplazamiento, su preocupación por la soledad que afecta a muchos mayores la impulsó a crear “O Agarimo aos Avós”, un espacio donde el cariño y la atención personalizada son las piedras angulares. Con este plan, Tere no solo búsqueda aliviar la soledad de los mayores, sino incluso favorecer la conciliación a las familias que cuidan de sus seres queridos.

El primer día que “O Agarimo aos Avós” abrió sus puertas, solo un agraciado cruzó el inicio. A pesar de ello, Tere, con los histerismo y la ilusión de un nuevo plan, estaba preparada para ese aparición tranquilo. Desde las 10:00 hasta las 16:30 horas, de lunes a viernes, este centro ofrece a los mayores de 60 abriles un refugio de compañía, actividades estimulantes y una comida casera que, como Tere dice, “les recuerda a la de casa”. Aunque comenzó con una sola persona, pronto el boca a boca hizo intención y, en pocos días, ya eran dos. Hoy, las cinco plazas están cubiertas, y Tere está a la dilación de que la Xunta de Galicia formalice los últimos trámites para alojar a nuevos usuarios.

Este centro ofrece una tono completa de servicios, incluyendo la recogida de los mayores en sus casas, facilitando así su concurso al centro. Este servicio está cubierto por la Xunta, mientras que la comida en el centro tiene un coste diario de siete euros, que es cubierto por los propios usuarios.

La etapa en “O Agarimo aos Avós” comienza temprano, con Tere recorriendo las casas de A Teixeira para recolectar a los usuarios. Una vez en el centro, la mañana se llena de actividades diseñadas para permanecer la mente y el cuerpo en forma: psicomotricidad, excitación, manualidades y, por supuesto, partidas de brisca, un recreo de cartas que se ha convertido en el preferido indiscutible. “Aquí tienen asegurada la compañía y una comida completa al día,” explica Tere, destacando la importancia de ofrecer a los mayores un espacio donde se sientan valorados y cuidados.

Adicionalmente de las actividades diarias, Tere organiza excursiones y panorama por la Ribeira Sacra, aprovechando la privilegiada ubicación de A Teixeira. Han visitado lugares como Castro Caldelas y han disfrutado de un café en Parada de Sil. Las ferias locales incluso son una ocasión para cambiar el menú, como en sus visitas a Río y Castro Caldelas en días de mercadillo, donde disfrutan de un buen pulpo. Estas panorama permiten a los mayores relacionarse con personas de otros municipios y realizar pequeños viajes, poco que a veces se da por perdido con la momento.

Posteriormente de tres meses de funcionamiento, “O Agarimo aos Avós” se ha convertido en un pequeño oasis para los mayores de A Teixeira, donde tanto los usuarios como sus familias están muy satisfechos. “Me parece que es necesario,” concluye Tere, satisfecha con lo que ha acabado hasta ahora y esperanzada por lo que vendrá. Sin incautación, incluso remarca que tal vez las ayudas para la comida deberían ser mayores para poder ofrecer menús más amplios, y que el proceso de pagos debería revisarse, ya que considera que “siete euros es muy oportuno” y que los pagos se realizan con demasiada sosiego.

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