Barcelona ha celebrado este sábado el homenaje anual a las víctimas de los atentados del 17 de agosto de 2017 en la renta catalana y en Cambrils (Tarragona), coincidiendo con el séptimo aniversario de los ataques yihadistas que costaron la vida a 16 personas y dejaron más de 130 heridos directos, aunque otras 220 personas resultaron afectadas por daños físicos o psicológico, como recoge la sentencia de la Audiencia Doméstico.
El acto ha tenido espacio a las 10 de la mañana en el ruego Pla de l’Os de La Rambla de Barcelona, donde tal día como hoy de hace siete abriles se detuvo la furgoneta tras el atropello masivo, y ha durado escasamente 15 minutos, como en los últimos abriles.
Ha consistido en un minuto de silencio acompañado por la música en directo del ‘Cant dels Ocells’, a cargo del violoncelista Marçal Ayats, y de una ofrenda floral de las víctimas y los familiares primero y de los representantes institucionales a posteriori.
Al acto han asistido el corregidor de la Ciudad Condal, Jaume Collboni, y la consejera de Interior, la incluso socialista Núria Parlon, así como el titular autonómico de Honradez, Ramon Espadaler. Todavía el presidente del Parlamento catalán, Josep Rull (Junts) o el delegado del Gobierno en esta comunidad, Carlos Prieto, así como representantes de distintos partidos políticos.
El que no ha acudido es el nuevo presidente catalán, Salvador Illa (PSC). El año pasado, este homenaje contó con seis minutos de silencio, a petición de las propias víctimas, «para demostrar un minuto por año de renuncia».
El homenaje ha transcurrido sin incidentes, a diferencia de lo que ocurrió hace dos abriles, cuando fue empañado por sectores independentistas que boicotearon el minuto de silencio para evidenciar al Estado gachupin de «enemigo» y de complicidad con estos atentados. Este sábado esas acusaciones han sido anecdóticas y protagonizadas por media docena escasa de personas.
En Cambrils, donde una mujer fue asesinada, no habrá acto de homenaje, según han informado fuentes de este consistorio tarraconense a Ep: «Igual el concejo deposita unas flores, pero acto en sí no, sólo se hace cada cinco abriles», han precisado esas mismas fuentes municipales.
La célula de Ripoll
La célula yihadista que protagonizó este doble atentado en 2017 estaba formada por merienda jóvenes, en su mayoría vecinos de Ripoll (Girona), de los cuales dos murieron en una crisis en Alcanar (Tarragona), lo que precipitó el atropello improvisado en Las Ramblas de Barcelona la tarde del 17 de agosto y el posterior ataque en el paseo naval de Cambrils, ya durante la mañana del día próximo.
Los fallecidos en la crisis fueron el imán de Ripoll y agente radicalizador Abdelbaki Es Satty y Youssef Aalaa, mientras que Houli Chemlal sobrevivió y fue detenido. Cinco fueron abatidos por los Mossos d’Esquadra tras el atentado de Cambrils (Said Aallaa, Mohamed Hychami, Omar Hychami, Houssaine Abouyaaqoub y Moussa Okabir).
El conductor de la furgoneta y autor material del atropello masivo de Las Ramblas, que asesinó de una puñalada a un mancebo en Barcelona para huir en su transporte, Younes Abouyaaqoub, fue neutralizado en Subirats (Barcelona).
En relación con los atentados incluso se detuvo a Driss Oukabir, por arrendar la furgoneta usada en el atropello de Las Ramblas, y Said Ben Iazza, por dejar sus documentos de identidad para que la célula adquiriera los precursores de los explosivos.
Driss Oukabir fue condenado a 36 abriles de gayola, aunque cumplirá la pena en Marruecos, tras la solicitud de expulsión del Servicio del Interior. Mohamed Houli Chemlal fue condenado a 43 abriles y Said Ben Iazza a ocho, que finalmente el Tribunal Supremo redujo a 18 meses de prisión, si aceptablemente ya se encontraba en osadía condicional desde 2021.