«El estado del Tajo en Toledo podría provocar un conflicto diplomático»


La salubridad del río Tajo a su paso por la ciudad de Toledo no puede se peor. En cuanto a vida piscícola, de 0 a 10, es «un cero claro»; si nos atenemos a la contaminación química «es un 2», y si es la contaminación bactereológica «es un 4». Quien lo dice es el presidente de la Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo, Alejandro Cano, quien explica que cuando hacen prácticas en el río Tajo los submarinistas, los bomberos, los cuerpos de rescate del Estado o el Seprona «rodeando de un 20% de la gentío que se mete en el agua, al día venidero no van a trabajar porque presentan diferentes síntomas grastrointestinales, fiebre, diarrea, repulsión, vómitos…, y eso que van protegidos con trajes de neopreno. El río está contaminado».

Pero la cosa va más allá, «la gentío se mete en el río y de vez en cuando pasan cosas, se ponen malos. En el tramo del río que va desde el quiosco de las piraguas en torno a al azud de Santa Ana, en los últimos meses hemos conocido que hay gentío que cruza, que se baña y es un peligro para la salubridad porque el río está contaminado física, química y bacteriológicamente», explica.

Por esta razón, la Plataforma en Defensa del Tajo ha enviado una carta al Junta de Toledo para que instale carteles donde se noticia de que el Tajo está contaminado y no es apto para el baño, «está prohibido, es un mandato procesal, y eso hay que anunciarlo, aseverar por qué está prohibido», añade Cano. Aunque no ha habido respuesta oficial, señala que desde el Consistorio no serían partidarios de poner los carteles «porque dicen que es evidente que el río no está para bañarse». A su motivo, esa evidencia depende de quién se meta en las aguas del Tajo. «En el decreto de prohibición del baño se contempla que el Junta debe poner carteles anunciando que está prohibido el baño y por qué».

Cuenta el presidente de la Plataforma del Tajo que, en medio de las sucesivas olas de calor registradas en las últimas semanas, «vienen extranjeros, turistas del ártico o el centro de Europa, con 40 o 42 grados de temperatura en Toledo, que se meten en el río porque desconocen que está prohibido, y luego sufren las consecuencias». Y va más allá, esto «podría desencadenar algún tipo de controversia diplomática si a algún se le ocurre aseverar que ha estado de asueto en Toledo y le han tenido que ingresar en el hospital por una gastroenteritis tremenda. Y entonces decide poner una petición frente a su embajada: puede suponer un conflicto diplomático». Aunque aún no se ha regalado el caso, existe esa posibilidad, igual que ocurre con los turistas nacionales, que desconocen que el río no es apto para el baño. «De momento no ha ocurrido porque nos callamos todo, pero es posible», insiste.

Cano afirma que son muchos los toledanos que se quejan diciendo: «mirad cómo está el río, los trasvases están a tope», pero él insiste en que «vamos a ser serios y rigurosos: la razón por la que en un tramo del río se ven piedras no es porque se esté trasvasando agua, sino por la rotura del azud de Santa Ana, que provoca que toda el agua del caudal del Tajo quepa por ese agujero, y es puro espejismo, apariencia». En los azudes anteriores a Santa Ana sí se sujeta el agua y ese caudal que rebosa, una cromo muy pequeña, es de unos 20-25 metros cúbicos por segundo; el resto es pura apariencia». Como ya publicó torrevieja news today, así asimismo lo explica la Cátedra del Tajo en su extremo noticia: el caudal del río en Toledo no se ha corto, sino que la brecha en el azud de Santa Ana -que este año se ha ido haciendo mayor- ha provocado que el caudal ya no sea retenido en ese punto y por consiguiente fluye aguas debajo.

En cuanto a la contaminación por los vertidos procedentes de Madrid, Cano dice que las asueto de verano de los habitantes de la comunidad vecina favorecen que el agua llegue más clara, lo que no significa que venga sin contaminar. «Ahora puedes ver una piedra que esté a 20 centímetros de la superficie y que en condiciones normales no se ve. Y es que las depuradoras de Madrid tienen ahora bastane menos carga y por consiguiente funcionan mejor. Y como el 80 o 90 por ciento del agua que hay en el Tajo es procedente de depuración, la calidad del agua asimismo progreso, pero sigue sobrepasando con creces los niveles de contaminación que están permitidos, hasta 50 veces anciano de lo permitido por ley».

Bicicletas, lavadoras y hasta motos en el cauce

En el tramo del río que va desde al azud de Romalia hasta el de Santa Ana pueden encontrarse todo tipo de residuos. Según explica Alejandro Cano, los agentes medioambientales de la Agrupación de Comunidades han estado recientemente sacando restos de todo tipo del cauce del río. «Han sacado bicicletas, motos, restos de lavadoras, neumáticos, bidones…, han sacado de todo», subraya el presidente de la Plataforma en Defensa del Tajo, organismo que ha hecho «presión» para que sean retirados estos ‘enseres’ no solo producto de las últimas DANAs sino del comportamiento incívico de los ciudadanos, y pueden hallarse asimismo plásticos de todo tipo en la zona.


El cauce del Tajo ahíto de vertidos arrastrados por las últimas DANAS


PLATAFORMA DEL TAJO

«La DANA de septiembre y la del año aludido arrastraron tal cantidad de basura al río, que puedes encontrarte tubos metálicos que formaban parte de los puentes que se construyen para el paso de vehículos, en los caminos. Todo eso está esparcido en el riachuelo de la Degollada y enterrado asimismo», describe Cano. La Plataforma ha pedido a la CHT y al Junta de Toledo que procedan a su retirada.

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