La población infantil de Córdoba se hunde un 17% la última década, con 20.608 niños menos


Las cifras que ha facilitado este mes el Instituto Doméstico de Estadística (INE) sobre población han vuelto a hacer saltar todas las alarmas sobre la pérdida de habitantes que sufre la provincia, y que es especialmente preocupante en sus municipios del Boreal -es una zona especialmente castigada por la yerro de progreso crematístico, con lo que es poco atractiva para retener y atraer ciudadanos-.

Córdoba protagoniza una última plazo en la que, con la excepción de un prueba, en todos ha sufrido descenso de la signo de residentes. Con una población en momento de tener hijos menguada, el número de niños ha sufrido en los últimos diez primaveras una caída del 17%. Por el contrario, el colectivo de la tercera momento creció cerca del 14%.

Son las grandes conclusiones que deja el descomposición de la Estadística Continua de Población del INE, repasando los indicadores a momento de 1 de julio. Eso sí, ayer de diseccionarlos, hay que advertir de que los relativos a 2024 y 2023 son aún provisionales.

Entre primer día de julio de 2014 e idéntica excursión del mismo mes del presente prueba, Córdoba ha perdido un 3,1% de sus residentes. El porcentaje maquilla el serio problema que sufre nuestro distrito. En números contantes y sonantes, la sangría impresiona más. En esos diez primaveras, la provincia ha conocido disminuir su signo de vecinos en 24.495. Es, para hacernos una idea del drama demográfico que se sufre por estos lares, peor que si de adversidad hubiera desaparecido Montilla (22.298 censados a momento de 1 de enero de 2023, posterior indicador adecuado para municipios).

De julio de 2014 al mismo mes de 2024, los habitantes de la provincia bajan un 3% mientras en España crecen un 5%

De 795.447 ciudadanos se ha caído a 770.952. En la última plazo, sin secuestro, España, pese a sufrir incluso problemas demográficos, sí ha acabado elevar su población. Consiguió incrementarla un 5,1%.

Para este choque de tendencias resulta muy importante la proceso de la población extranjera. Córdoba no ha sido nunca un distrito interesante para quienes arriban a España, dada la tradicional pasión de su patrimonio. Prefieren averiguar territorios más prósperos, en los que poder orientar mejor su futuro sindical. Y nuestra tierra pierde un colectivo con unos niveles de demografía más altos que los de los españoles. Para comprobar el objetivo de ello, puntada ver lo sucedido en el conjunto de la nación en el espacio temporal que aborda esta información.

En los diez primaveras estudiados, la población española creció un 0,6% (+254.143). Y los habitantes foráneos se dispararon casi un 47% (+2,1 millones). Por estos lares, a diferencia de lo sucedido en el país, los residentes nacionales sufrieron una desnivel del 4%. De 774.706 bajaron a 743.487. Es sostener, fueron 31.219 menos. No fue suficiente para obtener un saldo positivo el buen comportamiento de la población extranjera, cuyo crecimiento, eso sí, se quedó por debajo del que experimentaron en la nación. Los foráneos que viven en la provincia pasaron de ser 20.741 a 27.465. El aumento fue del 32,4% al contabilizar a 6.724 más.

La pérdida de españoles en Córdoba es otro dato imagen de su demografía, que incluso está combinado a la reseñada fragilidad estructural de su patrimonio. Son aún muchos los que siguen teniendo que exiliarse y dejar la provincia detrás para notar un medio de vida estable.

Entre los primeros compases del verano de 2014 y los del presente verano, fueron 30 las provincias españolas que lograron aumentar sus residentes. Las otras 22 experimentaron pérdidas. Córdoba fue el decimocuarto distrito que perdió más población. El peor comportamiento lo registró Zamora, que por el camino de los últimos diez primaveras se ha dejado detrás al 10% de su población.

Nueve primaveras de bajadas

Eso sí, más allá de esa posición, hay indicadores especialmente inquietantes para nuestra provincia. De los diez últimos ejercicios, sólo en uno logró un aumento de la población y fue pequeño -a 1 de julio de 2023, se anotó una subida interanual del 0,1%-. Y el descenso experimentado en el posterior prueba fue prácticamente el peor de la serie abordada. Los prácticamente 771.000 ciudadanos que se contabilizaban en el comienzo del pasado mes fueron un 0,48% menos que 365 días ayer. El referencia peor de la última plazo lo ostenta, por una centésima, el saldo a 1 de julio de 2021 -con el Covid aún sembrando de drama el mundo-, cuando el descenso fue del 0,49%.


Residencia de mayores Orpea en la caudal


valerio merino

Y en los últimos 365 días, el citado retroceso de los residentes del 0,48% convierte a Córdoba en la segunda provincia de España donde más descendió la población. Sólo tuvo un indicador peor Zamora y fue por centésimas: desnivel del 0,5%. Y hay que reseñar que solamente nueve territorios del país vieron menguar sus habitantes entre julio de 2023 y el mismo mes de 2024.

El paso de estos 3.650 días ha mermado en la provincia especialmente al colectivo de los niños. De 121.790 residentes de cero a catorce primaveras se pasó a 101.182. El cruce de uno y otro indicadores supuso que encogiera un 16,9% al contabilizarse 20.608 menores menos en esta franja de momento. De suponer 15 de cada cien habitantes pasaron a representar el 13,1%. Eso sí, es el mismo peso, que tienen ahora en España.

Lo que se ha indicado es la media, porque, si se quebranto un peldaño más en la escalera de momento, se observa el desplome que sufrió la signo de los más pequeños de la casa. En Córdoba, a 1 de julio del presente año se contabilizaban 28.579 niños de cero a cuatro primaveras, cuando una plazo ayer ese cantidad se elevaba a 37.816.

Esas cifras se traducen en un retroceso del 24,4%. Es una caída muy similar a la que experimentó este colectivo en la nación (-24%). Y el género de los que tienen entre cinco y nueve primaveras incluso sufrió un considerable batacazo. Se redujo un 20,1% al acontecer de 42.456 pequeños a 33.925. El descenso fue mucho más acentuado que el que tuvo este colectivo en la nación (-12,7%).

En la última plazo, el colectivo de los niños de cero a cuatro primaveras sufrió un descenso del 24,4%: de 37.816 se bajó a 28.579

El único género de habitantes que creció en los últimos diez primaveras en la provincia fue el de la tercera momento. Se nota la viejo esperanza de vida, y eso que en este ciclo temporal se dejó notar el drama del coronavirus, que castigó especialmente a las personas mayores. De contabilizarse 145.424 ciudadanos con 65 primaveras o más se saltó a 164.470. Redondeando fueron 19.000 más. Eso se tradujo en un aumento del número de efectivos de este género de momento del 13,1%.

Al percibir integrantes en un colectivo mundial en retroceso su peso en el conjunto de la población dio incluso un brinco considerable. El 1 de julio de 2014, el 18,3% de los residentes en la provincia pertenecía a la tercera momento. Una plazo luego, ese porcentaje se elevó al 21,3%. La presencia de los ciudadanos de 65 primaveras o más en Córdoba es viejo que en el conjunto de la nación, donde este género representó, de acuerdo al posterior referencia adecuado, al 20,6% de los residentes.

Descenso incluso de jóvenes

Una disminución igualmente considerable de efectivos se produjo entre quienes tienen entre 15 y 29 primaveras. El número de adolescentes y jóvenes se situó en el comienzo de este verano en 125.224. Esa signo es inferior en prácticamente un 11% a la que se observaba en idéntico momento de 2014. De representar al 17,7% de toda la ciudadanía bajaron a ser el 16,2%.

Por posterior, el colectivo de quienes tienen en su DNI entre 30 y 64 primaveras soportó igualmente desnivel, aunque fue más moderada. El descenso fue del 2%, pues pasó de 387.717 residentes a 380.076. Su peso varió tenuemente al ascenso: de representar al 48,7% del conjunto de la población a suponer el 49,3%.

La población en momento de tener hijos desciende en los últimos diez primaveras. Por ejemplo, los habitantes de 35 a 39 primaveras caen un 22,5%

Cuando la lupa se acerca más a este posterior género, se observa un aspecto muy preocupante: son los contundentes retrocesos que se dan en la signo de habitantes que están en momento de tener hijos -hay que tener en cuenta que el momento de la paternidad y la maternidad se va retrasando por las dificultades para obtener estabilidad en el mercado de trabajo-. En la provincia, el conjunto de ciudadanos de entre 30 y 34 primaveras experimentó en la última plazo un retroceso del 18,7%. Y los que se mueven entre los 35 y los 39 sufrieron un descenso aún viejo: -22,5%. La caída de los que tienen entre 40 y 44 fue último: -11,1%.

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