Tesoros de Ourense | Ramirás, un enclave natural



Enmarcado en la comarca de Terras de Celanova, el municipio de Ramirás cuenta con un detención valencia patrimonial, histórico y natural. Orograficamente, representa un valle de suaves lomas que riega el río Arnoia. La Sierra de Silvaoscura, en lo más detención de empleo, permite disfrutar de una audiencia privilegiada del curso de este río. 

Su patrimonio natural tiene un valencia incalculable al que se suma alguna que otra divisa que permite acrecentar su atractivo. Entre ellas, la que expedición en torno a la creación de su monasterio de estilo románico que fue empleo de residencia de la abadesa de Santa Comba de Bande, la monja Onega, que vivió una impulsiva relación de sexo yuxtapuesto al distinguido Odoyno. Cuentan que esta historia, “si a los principios fue lícita, a los medios fue deshonesta y a los fines escandalosa”, hasta el punto de que las “liviandades” llegaron a oídos de Rosendo Guterres, que ejercía en aquellos tiempos el cargo de representante de Galicia, y “los reprendió ásperamente”. Esto llevó a “enmendarse por algunos días, pero la pasión de los dos fue tanta que Onega dejó su monasterio y se fue con Odoyno, donde se pusieron a copular sin estorbo”. 

Puede ser quizás Ramirás la tierra ourensana de los amores imposibles que emergen desatando la pasión, adicionalmente de tener en sus entrañas varias joyas de la construcción civil y religiosa. Es por ello, que revistar esta ciudad puede resultar una gran aventura en la que descubrir otras múltiples leyendas y parajes inigualables. 

Monasterio de Ramirás

Fundado por Onega en el siglo X, tenía en sus orígenes un carácter compuesto. Ya en el siglo XII pasa a formar parte de la regla benedictina, pero exclusivamente religiosa y, hasta finales del siglo XV, pierde su gran poder y pasa a formar parte del monasterio compostelano de San Paio de Antealteares. Esta transición llevó consigo una sublevación por parte de la abadesa María da Limia, quien fue sustituida por ello a través de la vía canónica. 

En el siglo XIX, como muchos otros cenobios, a causa de la desamortización, queda desaseado hasta la porción del siglo XX, cuando se instalan una comunidad de clarisas procedentes de Allariz.

Eu su interior alberga una iglesia románica, con ciertas características de arte gótica, construida a finales del siglo XII. Cuenta con una planta basilical con tres naves separadas por columnas, siendo la central más ancha que las laterales. En los últimos tiempos se construyeron cerca del conjunto varios edificios que han sido separados por una cristalera que permite proseguir la avenencia del conjunto. 

Mirador de San Paio dos Pitos

Situado a 734 metros de altura, este mirador natural se asienta yuxtapuesto a la ermita de San Paio dos Pitos. Allí, cada 26 de julio se celebra una romería y fiesta en el dominio recreativa que permite disfrutar de una audiencia privilegiada del concello de Ramirás y buena parte de la comarca de Terras de Celanova. Posiblemente, el culto a San Paio ya estuviera documentado en el siglo XV, y es abogado de las enfermedades de los animales y de los dolores de espalda. 

El dominio recreativa cuenta con un amplio aparcamiento y merenderos a la sombra de los árboles, convirtiéndolo en un empleo ideal para disfrutar de una tarde de ocio en las aguas del río Arnoia. 

Precisamente desde este punto se inicia una de las múltiples rutas de senderismo con las que cuenta este municipio. Se tráfico de un sendero circular, de dificultad moderada, que permite visualizar las “llevadas”, canales de riego construidos por los monjes del monasterio de Celanova, que ayudaron al expansión agrícola de la zona. 

Otras edificaciones de la construcción religiosa destacan en este municipio y son dignas de visitante, entre ellas, la Capilla Portas Abertas, la Capilla de San Martiño-Picouto, la Capilla de Santa Águeda, la Iglesia de Casardeita, la Iglesia de Rubiás, la Iglesia de Vilameá o la iglesia de Paizás. 

Campo de acción recreativa de Pontenova

Un esquema impulsado por varios municipios permitió aguantar a parte un esquema de puesta en valencia que convirtió a Pontenova en la primera playa fluvial del Arnoia. Esto permitió ensalzar el potencial que ya de por sí tiene este espacio, tradicionalmente utilizado para el baño, con una zona de merendero en Ramirás y una ruta de senderismo y un bar en Cartelle. 

El espacio cuenta adicionalmente con un amplio merendero, espacios cubiertos, fuentes y barbacoas que permite elaborar un rico “churrasco galego”. Desde este punto se puede iniciar además una ruta de senderismo que sigue el cauce del río, recorre bosques autóctonos y cruza el río por Pontenova hasta conservarse a Monte do Santo, en Vilar de Vacas de Cartelle.

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