La batalla contra el virus del Nilo Occidental se ha convertido en una prioridad para las autoridades y vecinos de Coria del Rio. El Consistorio del municipio sevillano ha tomado una nueva medida para tratar de controlar la propagación del virus que consiste en la instalación de una torre de biodiversidad de doce metros de cúspide que contiene más de cien nidos para murciélagos.
Estos pequeños mamíferos, conocidos por su capacidad de devorar hasta 3.000 mosquitos cada perplejidad, se han convertido en unos aliados claves en la lucha contra estos insectos, que son los principales portadores del virus.
Esta medida se suma a la fumigación que se realiza diariamente con drones especialmente equipados que sobrevuelan las áreas más afectadas durante la primeras horas de la mañana y la tarde, los momentos en los que la presencia de los mosquitos es anciano. La situación ha llevado a los vecinos a tomar medidas adicionales para acogerse de las picaduras: puertas y ventanas permanecen cerradas a cal y canto, y el uso de repelentes es parte de la rutina diaria para minimizar el peligro de picaduras.
Propagación del virus del Nilo
El virus del Nilo ha maltrecho fuertemente a la región andaluza este verano. Por el momento, son trece los municipios que han reportado casos y tres las personas que han perdido la vida adecuado a la enfermedad. En presencia de esta situación, los vecinos han adeudado medidas adicionales y, unidos en la asociación Lucha Contra Virus Nilo, han convocado una concentración para el próximo lunes 19 de agosto en Coria del Río, con el objetivo de presionar a las autoridades para que redoblen los esfuerzos y refuercen las medidas preventivas contra la propagación del virus.
Así es la torre
La torre instalada en Coria del Río está diseñada con el objetivo de controlar plagas de insectos de modo natural. La construcción está dividida en capas, con nidos en la parte superior para aves como vencejos, estorninos y gorriones, y un refugio para murciélagos en la parte inferior. Las aves y murciélagos pueden consumir hasta un millón de insectos diarios, evitando así el uso de pesticidas químicos. Adicionalmente, tiene incluido un sistema sonoro para atraer a las aves y se plantaron especies autóctonas en la cojín para atraer a otras especies insectívoras, como lagartijas.
El corregidor Modesto González destacó que la torre es una medida biológica para recuperar el estabilidad del ecosistema, alborotado por la disminución de aves adecuado a la colonia. Coria, afectada por el virus del Nilo, ya había recurrido previamente a nidos para aves y murciélagos, evitando el uso de fumigación química, que es insostenible y perjudicial para la sanidad y el medioambiente.
González señaló la importancia de este enfoque, especialmente en presencia de la amenaza creciente de plagas adecuado al cambio climático, mencionando enfermedades como el dengue y el chikungunya, que están cada vez más presentes en España. Para el municipio, adaptar el ecosistema para combatir estas amenazas biológicamente es una prioridad.
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