Abel Caballero, alcalde de Vigo, lo calificó como “un lugar de ocio y paseo” que además sirve como “vía de comunicación que une barrios enteros”. Una prolongación del efecto modernizador que se extiende desde Vialia hasta Redondela, encontrando a su paso carriles bici, zonas biosaludables, fuentes, nuevos accesos… Pero no todo lo que reluce es oro y sus usuarios lo saben bien, especialmente el que pasan por el inicio de la ruta.
Una voz inquietante
A pocos metros de Vialia, una inquietante La voz resuena entre los edificios. de las inmediaciones del centro comercial. Esta es una mujer que, entre gritos, pedir ayuda despertando desesperadamente la preocupación de los peatones.
A primera vista, parece una mujer en peligro que probablemente esté retenida en algún hogar en contra de su voluntad. Con mucha atención, entre sus llantos y oraciones se puede escuchar cómo dice que sus vecinos la espían y tratan de volverla loca haciendo ruidos e intentando provocarla.
Sin embargo, nada podría estar más lejos de la verdad. Esta mujer tiene la culpa de preocupación de peatones y vecinos. Y es que esa voz que se cuela por los patios de luces no proviene de una mujer en peligro, sino de una inquietante grabación que se ha estado reproduciendo en bucle, una y otra vez, durante meses.
Un hecho ya conocido por los lugareños de la zona que, como el canto del gallo, suena puntualmente todos los días. Pese al conocimiento de este particular suceso poco se puede hacer, ya que, tal y como han confirmado portavoces de la Policía Local de Vigo, sólo hay quejas del barrio, pero no hay denuncias. Por tanto, no se puede emprender ninguna acción policial más allá de los avisos, que ya se han producido en más ocasiones, de bajar el volumen de la grabación.
Una mujer ‘peculiar’
Nuestro protagonista, de mediana edad y con un perfil ‘peculiar’, irrumpe en la tranquilidad de este céntrico barrio. Sus denuncias están amparadas por el principio de libertad de expresión que cada individuo en este país posee y así aparece en nuestra Carta Magna.
Con los hechos sobre la mesa y sin ninguna acción legal Contra ello, los vecinos y usuarios de la Vía Verde tendrán que acostumbrarse a esa particular llamada de atención, aunque, con la Navidad a la vuelta de la esquina, la grabación puede quedar camuflada entre los villancicos y las luces que inundan la ciudad.