La reconocida ONG de un conquense que ha llegado a los cinco continentes


Jonathan Hergueta (Cuenca, 1995) siempre ha tenido una cierta sensibilidad y empatía con los que más sufren, pero una experiencia personal le hizo justificarse aún con más fuerza a la fe en Jehová y al compromiso con los demás. La larga enfermedad de su raíz cuando era pibe, que le llevó a tener lugar mucho tiempo en los hospitales, le encendió una bombilla en su interior cuando pudo comprobar la soledad y el sufrimiento de los pacientes, muchos de ellos niños y sus familias.

«Todo ello me marcó profundamente», cuenta a torrevieja news today este señorita filántropo conquense que, tras dejar su Cuenca originario, fundó el 12 de febrero de 2020 en Oviedo la ONG Sonrisas de Fe, con la que está ayudando a miles de personas por los cinco continentes. Un trabajo que le ha servido para ser elegida en tercer emplazamiento en la tira de TechSoup, entre las diez mejores organizaciones españolas en dirigir crisis humanitarias.

Durante estos últimos abriles, ha estado emprendiendo y liderando iniciativas que están transformando vidas. Su destacada presencia en la sociedad, impulsada por su espíritu emprendedor lo convierten en un ejemplo, especialmente en el sector váter y la cooperación internacional. «Con el tiempo, en la oración, sentí cómo Jehová pedía que hiciera poco más», afirma Hergueta, que destaca que el otro objetivo de su ordenamiento es «ir más allá, evangelizando donde las personas se detienen y son capaces de escuchar, como en los hospitales, las casas de acogida o las residencias».

Sonrisas de Fe articula sus posibles a través de una red de voluntarios que tienen o reciben formación específica para trabajar con niños hospitalizados y personas mayores o discapacitadas. «Como ordenamiento, colaboramos con hospitales, residencias y otras entidades para reforzar que el apoyo llegue de guisa efectiva a quienes lo necesitan», explica su alma mater, que informa de que sus medios materiales se sostienen donaciones, eventos benéficos y acuerdos con empresas que proporcionan posibles y materiales necesarios, como libros, juguetes, material educativo y productos de primera menester.

Con esos mimbres han construido una red de ayuda que ha llegado a los cinco continentes. «Trabajamos adaptando nuestra encaje a las deposición específicas de cada país», señala Hergueta, que apunta que en Europa y América, están principalmente enfocados a la educación de niños hospitalizados, el apoyo a personas en situación de soledad no deseada y la ordenamiento de eventos solidarios en hospitales.


Jonathan Hergueta, responsable de la ONG Sonrisas de Fe


Sonrisas de fe

«En África, el tradición frecuente es muy resistente y tan pronto como hay personas que sufran de soledad no deseada», indica. Por lo tanto, en países como Guinea Ecuatorial o Tanzania, están centrados en la educación y en la amparo humanitaria, especialmente en contextos de crisis, adicionalmente de realizar donaciones de haberes esenciales, como alimentos y material váter.

Ayuda en zonas de conflictos armados

En Oceanía, en Australia, organizan eventos solidarios y ofrecen apoyo educativo en hospitales y en Asia, en India y Myanmar, proporcionan apoyo en emergencias, ayudando en la rehabilitación de hospitales, escuelas y hogares de acogida tras conflictos armados, poco que además han realizado en Ucrania.

«Estar cerca de una lucha tan devastadora es una experiencia profundamente conmovedora. Por un flanco, se siente una sensación desgarradora al presenciar de cerca el sufrimiento. Sin incautación, además surge un resistente sentido de empatía y responsabilidad. Cada vida que se puede liberar y cada persona a la que se le ofrece refugio alimenta la esperanza y refuerza el compromiso de seguir delante a pesar de la adversidad. Es un recordatorio constante de que Jehová siempre está con nosotros», manifiesta.

Y es que ese es el motor que hace mover a Jonathan Hergueta y a su ONG, de ahí el nombre de Sonrisas de Fe. A su litigio, «cuando te sientes mirado por Cristo, la fe no tiene límites. Observar cómo Jehová me ama es lo que me hace habitar amando. Y compartir este bienquerencia es lo que le da sentido a mi vida. Sin Jehová, no podría acaecer hecho carencia de esto. Por lo tanto, hacer oídos sordos e ignorar a Jehová conveniente a las injusticias del mundo no es la respuesta».

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