Los robos en las huertas de Viloira crean alarma



Los vecinos de Viloira, en O Barco de Valdeorras, se encuentran sorprendidos por unos hechos que cada día van a más en la zona. En los últimos meses, han denunciado una serie de robos en los diferentes huertos que hay en este núcleo, situado a al punto que un centenar de metros del casco urbano barquense.

Los amigos de lo aparente se llevaron en las últimas semanas grandes cantidades de hortalizas, así como enseres de trabajo como mangueras e incluso dos cabras. Así lo explican los vecinos de la zona, que detallan que el dueño de los animales llegó una mañana a su finca y comprobó que le faltaban dos de sus cabras.

Algunos cuentan que estos hechos se han ido sucediendo en los últimos meses, desapareciendo en este tiempo fruta de temporada como sandías, por otra parte de hortalizas como tomates y cebollas: “A mí me robaron 25 cebollas, planto muchas más, pero crea inseguridad. A otros les han robado otras cosas”, explicó un vecino.

Los dueños de las huertas detallan que, por motivos laborales, no pueden venir todos los días a atender sus tierras, poco que aprovechan los ladrones para robar incluso a plena luz del día. A todo esto se le une que muchos dueños de propiedades residen al otro costado de la orilla del río Sil, en el casco urbano de O Barco: “No van de perplejidad, pasan por el día porque positivamente durante muchas horas no hay nadie”, detallaron los residentes. 

Por zaguero, los vecinos relatan que la desatiendo de vigilancia en las zonas rurales es un problema recurrente que está siendo utilizado por los delincuentes para perpetrar estos robos. Aunque estos hurtos no llegan a suponer un perjuicio financiero severo, algunos sí contemplan confiarse sus huertos: “Para que nos roben, no compensa mantenerlos”. 

En las últimas semanas, en otras zonas del casco urbano de la población se han producido diferentes actos vandálicos donde se destrozaron lunas y espejos retrovisores de varios vehículos. Los coches estaban estacionados en la vía pública, y sufrieron los daños por la perplejidad. 

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *