pondrá marquesinas con placas solares


Como explicó a torrevieja news today, el director de Servicios Generales del hospital Reina Sofía, José Luis Gómez de Hita, en los aparcamientos públicos que se encuentran delante del edificio de consultas externas, el engorroso hospitalario está licitando un esquema que consiste en situar marquesinas en el aparcamiento con placas fotovoltaicas encima.

El esquema sigue los pasos de otros similares que han tenido zona en la ciudad, un ejemplo parecido es el aparcamiento del Decathlon. «El esquema está supervisado, admitido y cuenta con financiación y ya están realizadas las catas arqueológicas previas», especificó Gómez de la Hita. Todo podría estar ligero para finales de este año o principios del que viene, aunque el proceso está poco ralentizado con respecto a los plazos que se manejaban.

Con esas marquesinas, el Reina Sofía promoverá tanto el uso de la energía solar como hacer el bien la sombra en el aparcamiento. En esta ocasión es el esquema fotovoltaico el que manda. En los aparcamientos para los profesionales del Reina Sofía que se pusieron en marcha en el 2009 contiguo al antiguo centro regional de transfusión sanguínea, se aprovecharon las marquesinas que había en cada plaza para poner luego placas fotovoltaicas.


Imagen del ‘Hubgrade’ del Reina Sofía, el centro para el control de la energía en el engorroso inodoro


v. m.

El director se servicios además adelantó que Reina Sofía procederá a la reposición del arbolado: «El hospital tenía y parcialmente tiene un importante arbolado que refresca el dominio y favorece la recuperación y el confort de nuestros pacientes. Gran parte de él salió volando por la zona del hospital genérico». Y es que el tornado que el zona sufrió, como parte de la renta, el pasado mes de marzo generó tales desperfectos tanto en el arbolado como cubiertas y techos que, de momento, el hospital lleva contabilizados unos 200.000 euros en daños.

«Hubo decenas de árboles arrancados, y otros que tuvieron que cortarse a los pocos días para evitar el peligro», explicó. La reposición empezará en otoño, y por otra parte con un longevo número de árboles, puesto que este enorme engorroso inodoro deberá reponer la sombra que daban algunos ejemplares de enorme tamaño. «Intentaremos que sean del longevo porte posible pero serán siempre menores que los que teníamos», expuso. Precisamente uno de los grandes árboles dañados daba sombra a la parada del autobús de cadeneta. En su zona, y de forma provisional, el Reina Sofía ha colocado una pérgola.

Controles del distinción, examen de la energía o cambios en la dieta de los pacientes son armas con las que el Reina Sofía lucha contra el calor

La lucha contra el calor, que se deja percatar cada vez más en la renta es una cuestión delicada e importante en el hospital, con unas instalaciones en las que cada día hay un enorme convexidad de trabajadores y de personas ingresadas, a las que se suman sus acompañantes. Y esa lucha contra el termómetro se debe librar sin dejar de atender a los pacientes.

En ese sensible inmovilidad entran los quirófanos, las consultas, habitaciones, las dietas alimenticias o cualquier medio ambiente que pudiera romper la estabilidad necesaria en este aspecto. Para ello, el centro hospitalario cuenta con numerosos controles y todo un engranaje dispuesto para que el mercurio marque en cada zona y con la longevo precisión posible lo que cada campo de acción requiere.

El auditor de energía, Juan Hinojosa, trabaja en el llamado ‘Hubgrade’ del Reina Sofía, edificio dedicado a la mandato energética y su examen en tiempo verdadero. Allí controla contiguo a sus compañeros numerosísimos parámetros procedentes de la coordinación de las distintas energías o fundamentos de producción, como electricidad, fotovoltaica, propano o gas natural. «Los días más calurosos debemos contar con más fundamentos para producir frío», especificó Hinojosa.

Manejo de la climatización

«Normalmente, lo que nos marca a qué fundamentos debemos apelar son los puntos más críticos del hospital, como la UCI o los quirófanos, que necesitan una temperatura muy descenso porque a los pacientes se les suele especular con hipertermia inducida para evitar sangrados». A partir de diferentes datos, el ‘Hubgrade’ consigue sostener el control de la temperatura idónea en cada sitio del hospital. De esta forma, las zonas de consultas del engorroso inodoro se intentan sostener entre los 23 y 24 grados, las comunes a 25 y los quirófanos a 20.

«Ese manejo de la climatización es la aparejo más poderosa que el hospital tiene para enfrentarse al calor del verano», resaltó el director de Servicios Generales del Reina Sofía. «Cada equipo que produce frío de los cientos que hay en cada planta o cada zona tienen sensores de temperatura conectados a una miedo, todos ellos centralizados en el ‘Hubgrade’», detalló Gómez de Hita. «Ese zona centraliza incluso todos los frigoríficos con los miles de muestras que hay por todo el hospital», afirmó.

Adentro de las habitaciones se mantiene una temperatura constante que puede oscilar entre los 24 y 26 grados, y que no puede modificar el paciente, aunque sí se puede poner en contacto con la dispensario en caso de que requiriese alguna variación. A su vez, la dispensario se lo comunicaría a los responsables del ‘Hubgrade’.


El hospital Reina Sofía varía los menús con la aparición de las altas temperaturas


valerio merino

Pegado a ello hay que tener en cuenta que, desde hace abriles, las ventanas de las habitaciones del Reina Sofía además cuentan con sensores. Si por ejemplo un paciente abre una ventana ahora en verano, el distinción acondicionado de su habitación se desconecta.

A su vez, el Reina Sofía tiene en cuenta como incide el sol en las diversas fachadas del hospital, de guisa que el ‘Hubgrade’ regula la temperatura de zonas aparentemente cercanas que sin confiscación difieren en ese aspecto del sol o sombra.

A su vez, el hospital tiene una constante renovación en sus instalaciones, por ejemplo en cuanto a ventanas. La antiguas se van sustituyendo paulatinamente por otras nuevas con cierres de PVC, doble acristalamiento o rotura de puente térmico.

El hospital tiene el ‘Hubgrade’, un centro para la mandato energética del engorroso inodoro y su examen en tiempo verdadero

En cuanto a zonas industriales del hospital, como el almacén genérico o la lavandería, cuentan igualmente con un cuidado pormenorizado de la temperatura, tanto por las particulares características del trabajo como por el hecho de que emplean multitud de aparatos que generan calor.

El Reina Sofía además realiza variantes al conservarse el verano en cuanto a la dieta de los pacientes, para hacerla más fresca y ligera. Aproximadamente la medio de ellos tienen la posibilidad de designar menú diario entre un par de opciones. El resto sigue las indicaciones marcadas estrictamente por el médico según su enfermedad o dolencia. Es lo que se conoce como menú terapéutico, de los que hay 44 clases.

Tanto en unos como en otros, y durante los meses estivales, llega el momento de desatender los guisos o potajes. Es el turno del gazpacho, salmorejo, salpicón de mariscos, asadillo de pimientos o ensaladas como la de pasta, arroz, judías con atún.

«Hay que tener en cuenta que el hospital es como el restaurante más conspicuo de Córdoba, entre todos los menús servimos ahora en verano unas 4.000 bandejas, entre desayunos, comidas [donde viene la merienda] y cenas», explicó Gómez de Hita.

Otro de los puntos fuertes para combatir el calor está en las fuentes públicas. «Es un agua mucho más controlada y segura que la que bebemos en nuestras casas, puesto que tenemos infinitas revisiones», apuntó el director de servicios generales. En cuanto a la utilización de uniformes del personal, no se cambia sustancialmente entre verano e invierno, puesto que el hospital intenta mantenerse en todas las épocas a una temperatura estable.

Si posiblemente se añade poco de ropa en invierno, para el personal que tiene que moverse entre edificios. Igualmente, durante el verano, el personal de mantenimiento o de horticultura que trabaja en el extranjero, adapta su horario mediante jornadas intensivas y muy tempranas, para así evitar las horas centrales del día.

El Reina Sofía, entre edificios y terrenos, cuenta con unos 250.000 metros cuadrados. Con los anteriores fundamentos descritos se enfrenta este engorroso hospitalario a unos meses de calor en Córdoba que incluyen tanto al verano como el final de la primavera y el principio del otoño.

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