La vendimia progresa en el marco Montilla-Moriles y se prevé una subida de la cosecha de hasta el 6%


Asaja Córdoba ha informado, en un comunicado, de la marcha de la vendimia en el situación Montilla-Moriles: ha transmitido principio la recogida de la uva de la variedad autóctona Pedro Ximénez. Este colectivo campestre avanzó que este año se prevé «una cosecha muy corta correcto a la sequía padecida esta campaña», con lo que será así similar a la del verano pasado que «fue considerada la más corta de la historia».

El presidente de la Sectorial de Viñal de Asaja Córdoba, Juan Manuel Centella, explicó que, por lo tanto, se prevé «una producción muy escasa, si admisiblemente el fruto ofrece una calidad fantástica ya que las plantaciones no han sufrido las consecuencias de graves plagas».

Por su parte, de las variedades blancas tempranas se ha concluido su convento, como son la ‘Chardonnay’, ‘Sauvignon Blanc’, ‘Moscatel’ y ‘Verdejo’, que producirán los primeros mostos con los que se harán los vinos jóvenes. Todavía ha finalizado la convento de la variedad tinta.

Asaja-Córdoba avanzó que la producción común esperada estará en torno a los 27 ó 27,5 millones de kilos de uva. Eso supondrá, siguió este colectivo campestre, será «poco superior a la precursor campaña, cuando se alcanzaron los 26 millones de kilos». Es opinar, se demora un incremento de la uva cosechada que oscilará entre el 3,8% y el 5,8%.

Del impacto que ha tenido la error de lluvias en este subsector agrícola da idea la cosecha de otros indicadores. En las cinco vendimias anteriores, en el situación Montilla-Moriles, la uva recogida que se quedó por debajo de la media de esta zona productora, que ronda entre los 40 y los 45 millones de kilos. Y esta vez la cosecha volverá a ser inferior a dicho promedio.

Pero, al menos, habrá un aumento. Baste recapacitar que 2023 fue un prueba especialmente duro, en el que la cantidad de fruta recogida experimentó un descenso del 10%.

La mejoría que se demora este año se ha correcto en buena medida a las potentes lluvias registradas en la provincia en marzo. No en vano, hay que recapacitar que las precipitaciones recogidas en la cuenca del Guadalquivir en el año hidrológico -arrancó el 1 de octubre de 2023 y acabará el 30 de septiembre- en Córdoba superó hasta julio en Córdoba en casi un 21% a la serie de los 25 primaveras anteriores. La provincia se encamina a romper una serie de cinco ejercicios hidrológicos en los que la tormenta se quedó por debajo de lo que cabría esperar de acuerdo a los registros históricos.

Y la secreto estuvo en el trimestre de enero a marzo, en el que las precipitaciones se situaron un 139% por encima de la serie histórica.

Desde Asaja-Córdoba, por zaguero, se indicó que, en relación a los precios, aún no se tienen estimaciones. Pero, en principio, avanzó este colectivo campestre, están siendo «buenos» en las cooperativas, por lo que se demora que las bodegas los igualen o incluso los mejoren.

Ahora admisiblemente, sobre esta vendimia vuelve a sobrevolar una cuestión negativa. Y es que de nuevo estará presidida por la reducción de la superficie destinada al cultivo de la uva. Las cifras del Consejo Regulador del situación afirman que 2023 acabó con 4.275 hectáreas dedicadas a esta actividad. Esa sigla implicó un descenso que estuvo por encima del 6%, lo que suponía, en numeros contantes y sonantes,, 291 menos. En la lapso de los primaveras setenta y ochenta del pasado siglo, el espacio sembrada se iba a las 20.000 hectáreas. La abandono de rentabilidad llevó a muchos agricultores a optar por otros cultivos, en los que se puede cosechar un mejor rendimiento financiero.

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