Siete personas continúan en paradero desconocido tras el hundimiento de un velero de 50 metros de eslora frente a la costa de Porticello, en Palermo, Sicilia. El siniestro ocurrió a las 05:00 hora recinto, cuando un tornado golpeó la franja de mar donde se encontraba la embarcación. A borde viajaban 22 personas, la mayoría eran turistas que habían escogido las aguas sicilianas para disfrutar de sus asueto.
La Custodia Costera italiana intervino rápidamente y logró rescatar a 15 de los tripulantes, entre ellos un caprichoso de menos de un año, quien fue trasladado al Hospital Pueril de Palermo por precaución. Entre los supervivientes se incluyen ciudadanos ingleses, así como un neozelandés, un irlandés y un ciudadano de Sri Lanka. Sin incautación, la angustia aún continúa mientras los equipos de rescate, incluidos buzos del cuerpo de bomberos, siguen buscando a los siete desaparecidos. El casco del velero, que se encuentra a 49 metros de profundidad, es el foco principal de la operación de búsqueda.
Este trágico incidente se suma a una serie de desastres marítimos ocurridos en las últimas horas en Europa, que han afectado tanto a turistas como a los residentes de esas zonas.
Caos en Baleares con heridos y desaparecidos por la DANA
En España, la situación no es menos dramática. La Dana (Depresión Aislada en Niveles Altos) que ha atravesado la Península ha dejado un huella de destrucción, especialmente en las Islas Baleares. Formentera, en particular, ha sido una de las zonas más afectadas, donde las fuerzas del temporal han provocado estragos en el mar y en tierra.
Un pescador que había saledizo en solitario a borde de un pequeño barco conocido como llaüt, fue poliedro por desaparecido tras no regresar de su viaje de pesca. Posteriormente de horas de intensa búsqueda por medios aéreos y marítimos, finalmente fue enemigo a la deriva por sus compañeros de la Cofradía de Pescadores. Aferrado a los restos de su embarcación destrozada, fue rescatado con vida.
Adicionalmente, en el mismo día, un velero con nueve personas a borde, todos de procedencia italiana, sufrió un difícil choque en Cala Saona, Formentera. La embarcación chocó violentamente contra las rocas, lo que dejó heridas para todos los ocupantes. Dos de ellos, un hombre que sufrió la amputación de un dedo y una mujer con un traumatismo difícil en la pierna, fueron trasladados de aprieto al hospital de la isla. Los otros siete tripulantes presentaron heridas y contusiones de diversa trascendencia.
El temporal ha causado numerosos incidentes similares en la región, con decenas de embarcaciones varadas, hundidas o estrelladas contra las rocas. Los fuertes vientos, que alcanzaron hasta 50 nudos por la mañana, obligaron al obstrucción del puerto de La Savina y a la suspensión de las comunicaciones marítimas entre Ibiza y Formentera, lo que complicó aún más las operaciones de rescate y retirada.
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