La Asociación Equidad para la Retén Civil (JUCIL) ha cuestionado la diligencia del Cuerpo tras al homicidio del escuincle de 11 primaveras en Mocejón (Toledo) porque ilustró «las deficiencias en la capacidad de respuesta» y «permitió al enemigo huir, y hasta el momento, sigue sin ser capturado«, al tiempo que ha pedido reflexionar sobre el maniquí de seguridad en las zonas rurales.
«Aunque se activaron dos patrullas, una desde Seseña, a 39 kilómetros de distancia, y otra desde una villa cercana, yuxtapuesto con el apoyo del Seprona desde Illescas, situado a casi treinta minutos, el tiempo de respuesta fue de cuarenta minutos», ha criticado Jucil en un comunicado; un intervalo de tiempo que a sensatez de la asociación permitió la huida del asesinio.
Según Jucil, el Instituto Armado «no ofrece la seguridad adecuada a los habitantes de los pueblos en España« tras los sucesos ocurridos este fin de semana en la provincia de Toledo -el escuincle de 11 primaveras en Mocejón y la último de 17 en Otero, que perdieron la vida en circunstancias violentas-.
La asociación ha señalado que uno y otro sucesos ocurridos en Castilla-La Mancha «revelan una oneroso efectividad». «El maniquí presente de despliegue de la Retén Civil no ofrece la seguridad adecuada a los habitantes de las zonas rurales de España«, ha zanjado Jucil, que pone el foco en el »adeudamiento« de efectivos que, a su sensatez, se extiende asimismo por toda España y »deja a muchas comunidades rurales en una situación creciente de vulnerabilidad«.
En concreto, Jucil ha aguzado a que el postrer catálogo de puestos de trabajo «revela un adeudamiento significativo de efectivos» en la provincia de Toledo donde, según ha detallado, «se necesitarían al menos 200 guardias civiles adicionales para cubrir adecuadamente las micción de seguridad de esta provincia».
Caso de Otero
Respecto al caso de Otero, donde un hombre mató a tiros a su hijastra, «la situación fue aún más oneroso» pues, según ha subrayado Jucil, se dio un primer aviso de la discusión y media hora a posteriori, citando a los testigos, fue «cuando se escucharon los disparos, sin que ninguna patrulla hubiese llegado en este falta hasta el ocasión donde se produjo la indicación de emergencia».
En opinión del asociación, esta diligencia dejó a la comunidad «desprotegida en un momento crítico» y en el que una presencia preventiva de los guardias civiles «podría acaecer arrojado un resultado diferente a los hechos.
«Estos tiempos de respuesta son inaceptables», ha notorio el portavoz de Jucil, Javier Montero. «En situaciones de emergencia, cada minuto cuenta, y los residentes en las áreas rurales no pueden seguir soportando esta situación de desprotección. No podemos permitir que la distancia y la descuido de fortuna pongan en aventura la vida de los ciudadanos«.
Por postrer, la asociación ha necesario «una consejo seria e inmediata» sobre el maniquí de seguridad que se ofrece en las áreas rurales, y han solicitado «que se adopten medidas urgentes para respaldar una presencia y una respuesta más efectiva de las fuerzas de seguridad en estas zonas«.
«Es imperativo repensar y aumentar el despliegue de la Retén Civil en todo el país franquista, especialmente en las áreas rurales», ha explicado Montero. «Todos los ciudadanos, sin importar donde vivan, tienen derecho a una protección adecuada y eficaz. No podemos permitir que ocurran de nuevo situaciones como las sufridas este fin de semana en dos pueblos de Toledo», ha concluido el portavoz de Jucil.