Tres de cada diez personas vacunadas en Andalucía contra la viruela del mono tienen pendiente la segunda dosis


La enfermedad MPOX, ayer conocida como viruela del macaco, tuvo su primer episodio de emergencia de sanidad pública decretado por la Estructura Mundial de la Sanidad en el año 2022. Desde entonces en Andalucía se han diagnosticado en torno a un millar de casos, de los 8.100 que se han registrado a nivel doméstico. A la calma de que el Empleo revise el protocolo con las autoridades sanitarias europeas y en la reunión del martes 20 de agosto con las comunidades autónomas, la principal respuesta es la campaña de prevención de los colectivos de peligro que arrancó hace ahora dos abriles. En cualquier caso, en la comunidad autónoma, como en el resto de España no se ha detectado aún ningún caso de la nueva cepa, más peligrosa, localizada en África.

En Andalucía, se han puesto 4.921 primeras dosis y en 3.502 casos se ha completado el tratamiento con una segunda. Es asegurar, tres de cada diez no han completado el proceso, hecho que según informa el Servicio Andaluz de Sanidad no garantiza la validez de la medida preventiva. Por este motivo, en estos momentos desde el SAS se ha activado una campaña para contactar con todas estas personas para invitarles a completar su prevención.

Los datos andaluces están por debajo de lo que le corresponde por población en cuanto a la prevención. Sin en España se han contabilizado ya 40.610 vacunas contra la MPOX, en Andalucía sin bloqueo la monograma no alcanza los 5.000 los que supone un 12% del total. Sin bloqueo, sí hay mejores resultados en cuanto a las segundas dosis. A nivel doméstico, el Empleo ha alertado de que la centro de las personas que se vacunan no completan el proceso de protección por preexposición.

En relación con los contagios de MPOX, los datos del Empleo constatan que desde 2022 se han transmitido 8.100 casos en España, la maduro parte de ellos en ese primer año de esta alerta sanitaria. En 2023 la monograma se redujo, aunque en 2024 está repuntando. De hecho, en Andalucía este año ya se rozan los ochenta casos, el doble que en 2023. De todas formas, no se manejo de casos de la cepa que ha hecho saltar las alarmas a nivel doméstico por su elevado nivel de contagio y su mortalidad y que se ha localizado este año en la República Democrática del Congo. 

La vacuna por la MPOX en Andalucía (al igual que en el resto de España) no está abierta a toda la población sino que se reduce a los considerados como personas de peligro de esta enfermedad. La prevención preexposición está indicada, según el SAS, para personas que mantienen prácticas sexuales de peligro, fundamentalmente pero no exclusivamente GBHSH (Gays, Bisexuales y Hombres que tienen Sexo con Hombres). Por otra parte, incluso se deben inocular las personas con peligro ocupacional, como personal taza en consultas especializadas en atención de ITS/VIH a personas con prácticas de detención peligro y personal de laboratorio que manejan muestras potencialmente contaminadas con virus Monkeypox o personal que se encarga de la desinfección de superficies en locales específicos donde se mantienen relaciones sexuales de peligro, sin nociones de protección individual adecuados o que ha presentado alguna incidencia en el uso del mismo.

En el caso de la profilaxis posexposición, es asegurar, para evitar la infección tras tener estado en contacto con una persona infectada, está indicada para contactos estrechos de casos confirmados, así como personal taza y de laboratorio con contacto con casos confirmados y que hayan tenido alguna incidencia en el uso de EPI. En estos casos está recomendada la empresa de una única dosis.

Aquellas personas de los grupos de peligro deberán comparecer a su centro de sanidad para ser derivados al servicio de Medicina Preventiva del hospital de remisión o del hospital más accesible para el paciente según los circuitos establecidos, donde se le administrará la vacuna correspondiente.

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