Nuestro día a día está repleto de expresiones y frases hechas que mejoran y engrandecen nuestra forma de comunicarnos. Es evidente que la riqueza de nuestro vocabulario es innegable.
¿Te has fijado que, curiosamente, en España tenemos muchas expresiones relacionadas con los pies? ‘Al pie de la composición’, ‘no dar pie con patraña’, ‘poner los pies en polvorosa’, ‘al pie del cañón’, ‘buscarle los tres pies al sagaz’, ‘levantarse con el pie izquierdo’, ‘entablar con buen pie’… Y, por supuesto, ‘a pies juntillas’. Hoy desvelamos el origen de esta última expresión y explicamos su significado.
¿Qué significa ‘a pies juntillas’
La expresión ‘a pies juntillas’ significa creer poco firmemente, sin ninguna duda ni cuestionamiento. Cuando determinado cree poco ‘a pies juntillas’, acepta esa creencia de modo completa y sin miramientos.
Esta expresión, tan utilizada en España, denota una creencia firme y sin cuestionamientos. La Auténtico Corporación Española (RAE), por su parte, añade en su diccionario las variantes ‘a pie juntillo’ y ‘a pie juntillas’ con el significado de ‘sin discusión’.
El Diccionario panhispánico de dudas explica que la forma ‘a pies juntillas’ es la más frecuente en España, mientras que ‘a pie juntillas’ es más usada en el castellano de América.
‘A pies juntillas’: origen de la expresión
Esta expresión no tiene un origen demasiado claro, pero sí hay dos teorías que merece la pena conocer:
Algunos defienden que la expresión ‘a pies juntillas’ proviene de la postura de estar firmes (en la que se colocan los dos pies en paralelo y juntos). Esta postura le otorga a la expresión firmeza, consistencia o seguridad a la hora de creer en poco. Adicionalmente, es propia de militares, con los pies paralelos y aspecto de seguridad.
Otros sostienen que dicha expresión proviene de un antiguo descanso de niño en el que se debía saltar con los pies juntos y los fanales tapados por una venda y donde se seguía las instrucciones de un compañero que iba indicando qué se tenía que hacer. El objetivo era ir saltando con los pies juntos de un recuadro a otro que estaban pintados en el suelo. Al tener los pies juntos y creer ciegamente en lo que decía el compañero, puede ser de dónde proceda la expresión ‘a pies juntillas’.
Aunque no sepamos su origen al 100%, entender el uso de ‘a pies juntillas’ no solo nos ayuda a comprender mejor nuestra dialecto, sino además a apreciar cómo las metáforas y las imágenes se integran en nuestro lengua habitual.
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