30 horas pasaron desde que el autor confeso del homicidio de Mateo, el pequeño de 11 primaveras de Mocejón, cometió el crimen en el polideportivo del pueblo, hasta que fue detenido en casa de su padre en la plaza de Toledo.
30 horas de miedo e incertidumbre para todos los vecinos de Mocejón de su autor que, a cara cubierta, asestó más de diez puñaladas al pequeño, anduviera suelto por el pueblo.
Desde que tuvo conocimiento de los hechos la Retén Civil desplegó un eficaz por tierra y céfiro para cortar la fuga del damisela, de ciudadanía española y de 20 primaveras de etapa, para proceder a su detención.
Fueron claves las cámaras de seguridad de la zona, los teléfonos móviles y los testigos. “Pensamos que tiene que ser algún que conociera que se pueda entrar por ese camino, porque es un camino que si tú no eres de aquí del pueblo no sabes que por ahí se puede alcanzar al polideportivo”, ha destacado en declaraciones a la prensa el portavoz de la clan del pequeño apuñalado, Asell Sánchez.
Uno de estos agujeros por los que habría entrado y surgido el autor, permitieron a los agentes estrechar el cerco y trabajar con la hipótesis de que se trataba de algún de la zona.
En la tarde del lunes los agentes practicaron dos entradas y registro en dos domicilios de la zona, el del padre del pequeño y el de su abuela. Por otra parte vaciaron una canal donde el autor habría indicado que se deshizo del armamento del crimen, inspeccionándola durante toda la tarde sin éxito, reanudándolas durante la mañana de este martes.
La investigación está a cargo de la Dispositivo Orgánica de Policía Contencioso y continúa bajo secreto de sumario la actuaciones. Está por ver si existe algún tipo de motivación, aunque la forma de atacar y los objetivos, aparentemente arbitrarios, alejan esta posibilidad.