Un bebé de tan pronto como 50 días de vida fue rescatadoinmediato a sus padres y una treintena de migrantes tras producirse tres días atrapados en una remota y rocosa radio al sur de la isla griega de Tilos, situada a pocos kilómetros de la costa turca. El rescate del pequeño, quien sobrevivió durante ese tiempo alimentado con cuajada preparada con agua de mar, fue realizado por la Guardián Costera griega y voluntarios locales, quienes lo trasladaron en una pequeña barca hinchable en medio de condiciones adversas, como el esforzado oleaje y las ráfagas de derrota.
El caso se dio a conocer este lunes cuando la alcaldesa de Tilos, Maria Kamma, compartió en redes sociales imágenes y vídeos del dramático rescate. Según Kamma, el bebé presentaba graves síntomas de deshidratación, consecuencia de los días de aplazamiento en la inhóspita zona.
La Guardián Costera informó que el 16 de agosto recibieron un aviso sobre la aparición de una patera a la costa sur de la isla. Inmediatamente, se desplegó un activo de búsqueda en el que participaron una patrullera, un helicóptero y agentes de la Autoridad Portuaria desde tierra firme. Finalmente, las autoridades lograron circunscribir a los 36 migrantes, entre ellos 18 hombres, 9 mujeres y 9 menores, quienes habían llegado desde la costa turca en una gabarra a motor. Todos fueron trasladados al puerto de Livadi y se encontraban en buen estado de vitalidad.
En su publicación, Kamma subrayó el esfuerzo de la isla para convidar la mejor ayuda posible a los migrantes, quienes fueron abandonados en las escarpadas costas de Tilos por contrabandistas. Medios locales informaron que más de un centenar de refugiados han llegado a la pequeña isla en los últimos días, siendo alojados temporalmente en instalaciones municipales y hogares particulares de los residentes, hasta su traslado a centros de admisión en islas cercanas.
Otro caso trágico en las playas
Un caso similar nos lleva a Formentera, donde una bebé de dos meses perdió la vida tras un desprendimiento de rocas en la playa de Es Copinar. El lamentable suceso ocurrió hace unas semanas cuando grandes fragmentos de rocas se desprendieron de una cornisa de arcilla, cayendo sobre la pequeña y su padre, que se encontraban disfrutando del día en ese circunscripción.
El Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) 061 informó que, a pesar de los esfuerzos de los equipos de emergencia por estabilizar a la bebé y aplicar las medidas terapéuticas necesarias, no fue posible salvarla. La pupila fue trasladada de inmediato al hospital de Formentera, donde lamentablemente falleció. Aunque se tenía previsto evacuarla en helicóptero al hospital Can Misses de Ibiza, la formalidad de las lesiones impidió su recuperación.
El padre de la último, un hombre castellano de 33 abriles, incluso resultó herido en el siniestro y fue llevado al hospital de Formentera, aunque su estado no revistió tanta formalidad. La origen no estaba presente en el momento del incidente.
La comunidad había escogido un radio bajo una cornisa de arcilla, una formación geológica popular en esa zona costera, para producirse el día en la playa. Sin retención, un desprendimiento de al menos una decena de metros de material arcilloso, desde una importancia aproximada de dos metros, cayó inesperadamente sobre el padre y la bebé.
Tras el siniestro, la Policía Locorregional acordonó la zona afectada, unos cincuenta metros cuadrados, para predisponer futuros incidentes. En el circunscripción se desplegaron bomberos, agentes de la Policía Locorregional, Guardián Civil, dos ambulancias (una UVI móvil y otra TEM) y personal de socorristas para ejecutar la emergencia.
Este trágico evento ha causado gran impacto en la comunidad locorregional, resaltando la importancia de tomar precauciones en áreas con aventura geológico.
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