La ciudad de Ourense desplegó su maquinaria el lunes con motivo del cerradura de un tramo de la calle del Progreso, concretamente, el de los vehículos que circulan en el entorno de la Arboleda. Así, ayer, el ruido y el humo persistían en esta zona, y seguirán haciéndolo durante los próximos días.
Esta vía es una de las más transitadas al volante. Y así se sintió en su tráfico, los coches se acumulaban, aunque el reguero de turismos conseguía dispersarse casi con espontaneidad. Aun así, fueron varios los conductores que se quejaban de la estructura del espacio. “No ves las obras hasta que llegas aquí”, protestaba una usuaria, quien hubiera tomado una ruta alternativa de existir señalización previa. “Está desolador indicado”, sentenciaba.
Mientras, los usuarios esperaban la aparición de su partidura en ambas direcciones. Una mujer de descubierta tiempo reflejaba el sentimiento de los presentes, poco inquietos delante la duda de si el autobús pararía o pasaría de amplio. “Estoy de acuerdo con hacer obras, pero pongamos un poco de orden, avisemos y controlemos el tema”, se quejaba. Otro vecino de descubierta tiempo deambulaba por las proximidades de la marquesina al tiempo que lanzaba una pregunta: “¿Dónde para el autobús?”.
Lucía, de 19 primaveras, aguardaba la aparición del bus tranquila, confiando en su puntualidad, aunque reconocía que “no hubiera estado de más” colocar un cartel con las horas en las que los trabajadores asfaltan o dejan de hacerlo. Gabriela opinaba lo mismo, inquieta por lo que podría derivar en horas punta. La obra concluirá el viernes, mientras tanto tocará paciencia.